De los lectores de ciencia-ficción una (im)posible clasificación
por Daniel Salvo

Como lector consuetudinario de ciencia-ficción, he tenido la oportunidad de observar las reacciones de amigos y conocidos cuando se enteran de que me gusta el género. Dichas reacciones van desde el simple gesto de menosprecio hasta el grave dictamen hay que leer cosas más serias.

Obviamente, tales reacciones y comentarios provienen de neófitos totales en el género, ya sea por que nunca han podido leer ninguna obra de ciencia-ficción, o por que ya están llenos de prejuicios. En lo personal, considero las opiniones sobre el género de ciencia-ficción, vertidas por quienes nunca han tenido contacto con el mismo, constituyen un tópico que bien podría formar parte del género en sí. Vamos, creo que los tiempos están maduros para crear el subgénero lo que opinan de la ciencia-ficción los que no leen ciencia-ficción, y dedicarle una amena monografía.

Pero no vamos a hablar de eso ahora.

Antes bien, quisiera referirme al tema de los lectores de ciencia-ficción como segmentos de una población mayor. Es decir, no todos los lectores leen (ni desean leer) todo lo que se publica en y sobre el género. Después de arduos meses y años de investigación y de contrastación de datos con realidades distintas a la peruana, he logrado un esbozo de clasificación que, a modo de primicia, adelanto en la presente edición. Por favor, sin plagiar.

Los aventurosos: Para ellos, la ciencia-ficción consiste en pistolas de rayos y guerras con extraterrestres. Da igual la trama de la historia que estén leyendo o espectando en un cine. Si no hay acción, no hay ciencia-ficción. Todos hemos pasado por esa etapa. No todo es movimiento, muchachos. Hay que darse un espacio para la reflexión.

Los fanáticos: Aquellos que convierten a una novela, un autor, una película, una serie de televisión o un cómic en fetiches, de modo que su universo ciencia-ficciónero consiste en todo lo escrito por Fulano o las 7 películas de la saga de Mengano. Lo demás no existe. Son el sueño dorado de editores y productores inescrupulosos, que saben que los fanáticos siempre están dispuestos a comprar cualquier cosa que avive su fanatismo. Ánimo muchachos, es un buen inicio en el universo de la ciencia-ficción, pero es solo un principio...

Los sectoriales: Los que andan dividiendo al género en subgéneros, asumiéndolos como vanguardias que destruyen todo lo que existía antes en la ciencia-ficción. Muy próximos a los fanáticos, los sectoriales tienen un poco más de apertura, pero suelen limitarse en un solo subgénero: ciberpunk, hard, soft, nueva ola, sesenteros... No está de más mirar al costado, pueden encontrar sorpresas agradables.

Los todistas: Leen casi todos los libros y ven casi todas las películas. Les gusta todo lo que huela a ciencia-ficción, sea bueno o malo. Asumiendo una actitud crítica, los todistas pueden convertirse en verdaderos gourmets del género, puesto que no se privan de nada. Provecho muchachos, el mundo es suyo. Claro, si tienen dinero.

Los elitistas: Si bien son raros, en el sentido de escasos, los elitistas tienen la obsesión de buscar la calidad en el género. Prefieren autores europeos a los norteamericanos. Devotos de Lem, Ballard, Tarkovsky y Alan Moore; tienen su equivalente entre los que sólo leen a Sartre, Onetti y Faulkner y miran películas en cine-clubes. Miran por sobre el hombro a los demás aficionados al género, siendo su frase favorita esto no tiene calidad. Odian Star Wars pero deliran con STALKER. Para ellos, Asimov es un cantante de música chicha. Como diría Vallejo, son pocos, pero son. (¿realmente lo dijo Vallejo? Ya me entró la duda).

Los aventajados: No, no piensen mal, aquí el tamaño no importa. Se trata de esos suertudos que saben leer en inglés y viajan constantemente a USA o Inglaterra, de modo que tienen acceso a libros, series y películas en el idioma original. Te pueden arruinar el día contándote de qué trata esa novela que siempre quisiste leer y que nunca tradujeron al español, o contándote qué dijo Dan Simmons en el último chat en vivo que sostuvieron. No sabes si admirarlos u odiarlos. Ya pues amigos, compartan un poquito.

Los marginales: Son la especie más rara del mundo ciencia-ficciónero. Nadie entiende que ven en la ciencia-ficción y qué es lo que entienden por ciencia-ficción. De repente, les gusta Lovecraft por sus ideas oníricas. Les gusta Heinlein por hippie (o fascista, según la obra), Tolkien por los lenguajes inventados, Octavia Butler por negra. Los oyes hablar, y nunca sabes si realmente han leído lo que dicen haber leído, o le ponen el título de obras conocidas a sus propios ensueños. Preferible discutir con un elitista.

Los académicos: Se la pasan defendiendo la madurez del género y otras cosas que al resto del mundo no le importan. Publican sesudas monografías en internet, por que casi ninguna editorial se arriesga con ellos. Como no se ha visto a ninguno en el Perú, no hay ejemplo.

¿Ya descubrió el lector en qué segmento se ubica? ¿Y no le da vergüenza?

© Daniel Salvo
(839 palabras) Créditos
Publicado originalmente en Velero 25 el 1 de junio de 2003