Quienes fuimos niños durante los años 70 del siglo XX, teníamos por consabido que para el año 2000 todo iba a ser diferente. Ingenuamente, pensábamos que para ese entonces lejanísimo año no habría más guerras ni hambre en el mundo, se iría en avión a la escuela y se podría pasar las vacaciones en Marte o en la Luna.
Por cierto, tales sueños fueron alimentados principalmente por series de televisión o por exponentes optimistas de la ciencia-ficción. El progreso técnico debía
llevarnos a una utopía mundial. En todo caso, por lo menos habría mejoras en el aspecto técnico (computadoras y cine en casa, ése era mi sueño particular, cumplido gracias a las PC y al DVD).
Junto a esos sueños de abundancia infantil, también hubo visiones pesimistas, que nos advertían de los peligros de la contaminación, la escasez de agua, la sobrepoblación, la violencia...
¿Y que hicimos ante estas advertencias? Contrariamente a lo que se cree, no las ignoramos. Creo que la mayoría de habitantes del globo vive muy al pendiente de los problemas globales que ya mencionamos.
Lo malo es que nuestra infantil forma de pensar hacia el futuro
se ha mantenido. Creemos que ya no somos tan ingenuos como para creer que la ciencia y la técnica resolverían nuestros problemas. Pero seguimos siendo tan niños que creemos que la contaminación, la sobrepoblación y otros problemas recién van a serlo en el futuro
.
Nada más lejos de la verdad: el futuro ya llegó, y se cumplió en sus predicciones más negativas. Pero no queremos admitirlo. Y esto, por que no queremos reconocer que fuimos unos estúpidos, que tuvimos la oportunidad de impedirlo o al menos mitigarlo. En lugar de asumir la responsabilidad, cerramos los ojos y preferimos decir que el problema no existe
.
¿Pruebas? Por suerte, la ciencia-ficción nos ha provisto de los mejores métodos de predicción, los cuales se pueden comprobar paso por paso. A continuación, vamos a enumerar unas cuantas distopías, visiones pesimistas que, aunque queramos negarlo, si se cumplieron...
1984 de George Orwell. El Gran Hermano existe, pero al final resultó que nos gustó que su mirada se inmiscuyera en los más profundos rincones de nuestras existencias. Incluso hay quienes de buena gana se prestan a ser filmados las 24 horas del día, como en el programa La casa de Gisela, del cual se dice que es un calco de un programa español de similar factura. ¿El nombre del programa televisivo español? Gran Hermano. Por cierto, ¿alguien sabe que hacen con las escenas no editadas de estos programas, obviamente registradas en VHS o DVD? ¿Acaso circulan en el mercado negro vídeos con las imágenes de los protagonistas defecando, fornicando, drogándose? ¿Acaso somos tan ingenuos de creer que La casa de Gisela termina en la televisión? Parafraseando a Orwell: El Gran Hermano te vigila... y te usa.
De otro lado, Orwell nos advirtió también acerca de la manipulación mental por parte de los medios de comunicación. Desde su perspectiva, dicha manipulación sería ejercida por los gobiernos. Pues en nuestra realidad, dicha manipulación está al servicio del gran capital, pero, ojo, NO ES PERCIBIDA COMO MANIPULACIÓN. Al contrario, ha adoptado un nombre tan inocuo y anodino como marketing
. ¿Pruebas? Pues léanse LA 22 LEYES INMUTABLES DEL MARKETING de Al Ries y Jack Trout. Ahí van unos ejemplos:
- Ley 3: La ley de la mente:
Es mejor ser el primero en la mente que el primero en el punto de venta
. - Ley 4: La ley de la percepción:
El marketing no es una batalla de productos, es una batalla de percepciones
. - Ley 5: La ley de la concentración:
El concepto más poderoso en marketing es apropiarse de una palabra en la mente de los prospectos
. - Ley 6: La ley de la exclusividad:
Dos empresas no pueden poseer la misma palabra en la mente de los clientes
.
Observen cómo se utilizan las palabras mente-apropiarse-poseer
. Pero como no aparecen como parte del plan malévolo de un gobierno totalitario por controlar el mundo, sino como parte de un librillo de marketing, pues creemos que nadie está manipulando nuestras percepciones, nuestros pensamientos para sus fines. Nadie se está posicionando
de nuestras mentes. Somos sujetos libres y autónomos, con absoluta libertad de elegir.
¡HAGAN SITIO! ¡HAGAN SITIO! de Harry Harrison, nos mostró un mundo tan lleno de seres humanos que prácticamente no dejaba sitio para nadie o nada más. Irresponsablemente, nadie tomaba previsiones ni asumía medidas de control de la natalidad. El resultado eran masas y masas deambulando por las calles, esperando los subsidios del gobierno.
Por suerte, no hay sobrepoblación, al menos en nuestro querido Perú. Tenemos miles (millones) kilómetros cuadrados de superficie, y una población de apenas 25 millones de habitantes. Sale como a medio habitante por kilómetro cuadrado. Que alivio, ¿no?
Pues las cosas no son así. En el Perú SI TENEMOS EXCESO DE POBLACIÓN.
Existe sobrepoblación porque las madres pobres (y no tan pobres) de las invasiones y pueblos jóvenes deben organizarse para recibir una limosna llamada Vaso de Leche (¿nuestra versión vernácula del SOYLENT GREEN?). Existe sobrepoblación por que tenemos una altísima tasa de desempleo. Existe sobrepoblación por que de toda la inmensa superficie del Perú, solo un reducido porcentaje es habitable. Existe sobrepoblación por que hay universidades con tres turnos (mañana, tarde y noche) de cinco mil estudiantes de derecho cada uno. Existe sobrepoblación por que todo el mundo quiere vivir (y llega a hacerlo) en Lima. Existe sobrepoblación por que la falta de oportunidades genera violencia como la ejercida por jóvenes pandilleros, o genera manifestaciones cuasi folklóricas como la de esos ingenuos peruposibilistas que organizaron una marcha pidiendo trabajo que, según ellos, merecen por que participaron en la marcha de los 4 Suyos
.
¿Por qué hacen estas cosas? ¿Por conchudos? Puede ser. Pero también es cierto que, para muchos de ellos, no hay sitio
.
DUNE de Frank Herbert nos resecó la garganta al describir un mundo casi carente de agua, un desierto inmisericorde. El agua apta para el consumo humano, es escasa aquí y en cualquier parte del mundo. Pero, irresponsablemente, la derrochamos, con el cuento de que es un recurso renovable
. Desengañémonos: no hay muchas reservas de agua, y ya están habiendo luchas por ella. Si no, ¿qué es lo que ha ocurrido hace poco entre los Gobiernos Regionales de Moquegua y Arequipa? Si el agua fuera abundante, ¿serian necesarias estas peleas regionales? ¿Dónde tendrá lugar el próximo enfrentamiento por el agua?
LA NARANJA MECÁNICA de Anthony Burgess, tuvo por protagonista a un chico de 15 años que se comportaba como... un chico de 15 años que puede ser nuestro vecino o nuestro hijo. Vivimos con noticias acerca de menores que se dedican a robar, a drogarse, a violar y a matar, siendo estas conductas antisociales algo cotidiano, su modus vivendi. ¿O usted, amable lector, se imagina a un pandillero o piraña tomándose un descanso y asistiendo a una función de teatro o sacando su carné de lector en la Biblioteca Nacional? El personaje Alex de LA NARANJA MECÁNICA bien podría apellidarse Puchuri o Rojas (¿y también Diez Canseco?), y está más cerca de ser la regla en lugar de una excepción. Con o sin dinero, dentro de Maranguita o fuera de ella, ¿quién nos cuida de nuestros hijos?
Bienvenidos al futuro...