Podemos recordarlo por usted
por Enric Quilez Castro

Ayer se me ocurrió una idea loca de ésas que de vez en cuando se me pasan por la cabeza, aunque poco después me di cuenta de que no era ni verdaderamente mía ni tan loca. ¿Es posible robarle los recuerdos a alguien?

Capítulos de Enano Rojo aparte, no es un tema nuevo. En la ciencia-ficción ha sido tratado en múltiples ocasiones. Tal vez, el maestro de esta temática sea Philip K. Dick, muy interesado por este tipo de disquisiciones filosóficas (y prácticas)

Tenemos el caso de la película DESAFÍO TOTAL, protagonizada por el inefable Governator Arnold Schwarzenegger y basada en un relato de Philip K. Dick: PODEMOS RECORDARLO POR USTED AL POR MAYOR (WE CAN REMEMBER IT FOR YOU WHOLESALE, 1966) En ella, un hombre aparentemente normal y corriente contrata los servicios de una empresa especializada en la implantación de recuerdos, aunque algo sale mal… aparentemente.

La película es verdaderamente paranoica y, salvo por un pequeño detallito, uno acaba sin saber si lo que ha vivido el protagonista es real o producto de su delirante imaginación.

También basada en un relato de Dick, en BLADE RUNNER, uno de los replicantes tiene en su posesión unas fotografías extraordinariamente detalladas que pretenden dotarle de recuerdos del pasado.

¿Desvaríos? No, la pura realidad. Esta es la idea que tuve: ¿para qué irme de vacaciones a Londres si puedo vivir las vacaciones de un montón de personas que acaban de volver de dicha ciudad y han colgado en internet sus fotografías, vídeos y experiencias? ¡Adueñémonos de esos recuerdos anónimos y montémonos nuestra propia aventura sin salir de casa, a un coste casi cero y sin el menor riesgo a que el avión que nos lleve se estrelle! Asimov hubiese estado encantado de la vida.

Sí, ya sé que sería una realidad inventada, que no tendría emoción, ¿pero quién quiere emociones durante las vacaciones? Ese chubasco que nos deja calados hasta los huesos, ese museo que no pudimos visitar porque justo el día que fuimos a verlo estaba cerrado, ese carterista que nos hizo perder media mañana en la embajada y en el consulado...

Naveguemos por la blogosfera, la flickeresfera y por la youtubesfera y podremos visitar los más recónditos lugares del planeta sin los inconvenientes de tener que vacunarnos, aprender un idioma exótico o sufrir la venganza de Moctezuma.

A fin de cuentas, ¿qué es lo que os pensáis que vais a ver si viajáis vosotros mismos? Comeréis las comidas típicas en los restaurantes típicos, haréis las fotos típicas a las estatuas típicas y os compraréis las pulseras típicas en aquel mercado tan típico. Para conocer realmente un país no podéis coger un vuelo barato de fin de semana.

Para conocer una realidad diferente, tenéis que vivir una temporada en el país en cuestión, relacionaros con la gente normal de a pie (o no tan normal) y hacer algo más que vagar por las calles haciendo poses antes una cámara de vídeo. En caso contrario, es mejor navegar por Internet, que consume menos recursos y contribuye mucho menos al calentamiento global.

© Enric Quilez Castro
(509 palabras) Créditos
Publicado originalmente en El mundo de Yarhel el 06 de febrero de 2008