El encontronazo con una civilización de bichos extraterrestres convierte la Tierra en una meritocracia militarista en guerra permanente con los insectos venidos del espacio exterior.
El compromiso de los ciudadanos con el esfuerzo de guerra solo es comparable con la saña que demuestran los bichos al combatir a los humanos. Aunque siempre se ha calificado esta adaptación de la novela original de Heinlein como pobre y mediocre, tiene alguna que otra virtud no del todo bien comprendida: un sarcástico sentido del humor y unas cuantas y sangrientas batallas que serán del gusto del aficionado a tales eventos.