ALIEN, RESURRECCIÓN
ALIEN, RESURRECCIÓN EE.UU., 1997
Título original: Alien: Resurrection
Dirección: Jean-Pierre Jeunet
Guión: Joss Whedon
Producción: 20Th Century Fox
Música: John Frizzell
Fotografía: Darius Khondji
Duración: 109 min.
IMDb:
Reparto: Sigourney Weaver (Ellen Ripley); Winona Ryder (Annalee Call); Dominique Pinon (Vriess); Ron Perlman (Johner); Gary Dourdan (Christie); Michael Wincott (Frank Elgyn); Kim Flowers (Sabra Hillard); Dan Hedaya (Gen. Martin Perez); J.E. Freeman (Dr. Mason Wren); Brad Dourif (Dr. Jonathan Gediman)
Que no, no es que sean vomitivas, es que uno es así.
Que no, no es que sean vomitivas, es que uno es así.

La principal característica de la Saga de ALIEN es su irregularidad. Cuando una película deviene en un gran éxito de taquilla, se tiende a rodar una secuela inmediatamente, y si dicha secuela funciona más o menos bien, se sigue explotando el filón. Por lo general, las entregas de las Sagas fílmicas se estrenan cada dos o tres años, como mucho. ALIEN es la excepción que confirma la regla. Entre el film de Scott (1979) y el de Cameron (1986) median siete años. Entre éste último y el de Fincher (1992) transcurrieron otros seis años. Y de esa decepcionante tercera entrega hasta la firmada por Jean-Pierre Jeunet (1997) otros cinco años. Cualquier otra serie cinematográfica producida con semejante irregularidad habría resultado un desastre. Pero no este el caso de ALIEN, pues esta saga logró un considerable éxito de público y crítica a pesar de los inconvenientes antes mencionados. Y este éxito se debe, a mi juicio, a la atracción que sobre el aficionado a la ciencia-ficción siguen ejerciendo los relatos centrados en el enfrentamiento entre seres humanos y monstruos espaciales, que es uno de los grandes tópicos del género.

En el nihilista clímax de ALIEN 3, Ellen Ripley se arrojaba a un alto horno para destruir al alien que llevaba en su interior. En ALIEN: RESURRECCIÓN asistimos precisamente a eso, a la resurrección de Ripley, que ha sido clonada por un grupo de científicos, cuyo objetivo es encontrar la manera de controlar a los aliens para reforzar con ellos la dotación de armamento del Ejército de los Sistemas Unidos. Estos hombres de ciencia nos recuerdan, por su cinismo y carencia de escrúpulos, a aquellos doctores que, como Joseph Mengele, realizaron horribles experimentos con los prisioneros de los campos de exterminio nazis.

-¿Quien ha chistao?<br>-Yo no he sido<br>-Aich, ya está aquiií
-¿Quien ha chistao?
-Yo no he sido
-Aich, ya está aquiií

Estos sabios emplean a un grupo de desdichados para que incuben en sus pechos a las abominables criaturas. Pero se produce un fallo de seguridad, y los recién nacidos aliens se propagan como una plaga de langosta, convirtiendo la sofisticada estación espacial en algo así como un castillo de los horrores. Ripley deberá enfrentarse nuevamente a sus viejos enemigos, con la ayuda de un curioso grupo de contrabandistas espaciales. En esta ocasión, la amenaza alienígena estará a punto de llegar a la mismísima Tierra.

ALIEN: RESURRECCIÓN repite el patrón narrativo de ALIEN, EL 8º PASAJERO, sazonándolo con algunos detalles de ALIENS, EL REGRESO. Tenemos los sempiternos bichejos, a estas alturas verdaderos iconos de la ciencia-ficción popular; una conspiración de los siniestros poderes fácticos; un grupo de personas que luchan valerosamente por su supervivencia contra unos seres casi invencibles, que van exterminándolos uno a uno; una pavorosa excursión al repulsivo cubil de la reina alien; la huida en el último instante, a bordo de una nave de salvamento, y un emocionante combate final, cuya resolución es muy parecida al del film original de Ridley Scott, con compuerta succionante y todo.

Ripley sigue siendo la heroína de la función. Sin ella, no hay ALIEN que valga, y la Twentieth Century Fox tuvo que hacer de tripas corazón y aceptar las exigencias salariales de Sigourney Weaver, que cobró una verdadera fortuna por su trabajo en este film.

Ni hecho a propósito
Ni hecho a propósito

La Ellen Ripley de ALIEN: RESURRECCIÓN es muy distinta a la que conocimos en las entregas anteriores, lo cual resulta lógico, pues esta Ripley es un clon que posee todas las características humanas de la Ripley original y algunas de las de sus odiados enemigos aliens. La nueva Ellen posee una fuerza y una agilidad sobrehumanas y su sangre es tan corrosiva como el ácido. Al principio, poco después de haber renacido, su comportamiento es brutal, casi animalesco, aunque poco a poco se irá humanizando hasta convertirse casi (sólo casi) en la Ripley que conocimos en las otras entregas.

Winona Ryder interpreta a Call. Esta chica, de aspecto algo asexuado, forma parte del grupo de contrabandistas, aunque nos la muestran como una persona muy diferente al resto de sus compañeros. En realidad, Call es un androide que, curiosamente, observa un comportamiento más humano que el de sus compañeros. Así, por ejemplo, defiende a un compañero paralítico de las bromas estúpidas y crueles de otro, y hasta se apiada de nuestra protagonista, ofreciéndole acabar con su vida de cautiverio.

La película es pródiga en escenas impactantes. Personalmente, me quedo con esa aterradora secuencia en la que Ripley, que fue el experimento genético nº 8, encuentra los monstruosos clones anteriores a ella, y el último de esos fallidos experimentos, que posee ya sus mismas facciones, le suplica que lo mate para acabar con sus sufrimientos.

Otra escena inolvidable es esa en la que nuestra heroína se retuerce placenteramente entre un grupo de aliens que la acogen como a uno de los suyos. Es una secuencia poderosa y repulsiva, que sirve para mostrarnos el grado de compenetración carnal y psicosomática que une a Ripley con las abominables criaturas.

Pero que feo eres, jodío...
Pero que feo eres, jodío...

La computadora de la nave Nostromo del primer ALIEN se llamaba Madre. Aquí, y supongo que como homenaje al irrepetible film de Scott, se llama Padre.

ALIEN: RESURRECCIÓN gozó de bastante éxito, aunque no logró alcanzar los niveles de la primera y segunda entregas, reconocidas ya como clásicos del género. No obstante, es un film digno, realizado con ganas y talento por Jean-Pierre Jeunet, aclamado director galo que ya había dirigido dos piezas fundamentales del nuevo cine europeo, como son DELICATESSEN (idem 1991) y LA CIUDAD DE LOS NIÑOS PERDIDOS (LA CITÉ DES ENFANTS PERDUS, 1995)

© Antonio Quintana Carrandi,
(909 palabras) Créditos