LA RESISTENCIA ES INÚTIL
LA RESISTENCIA ES INÚTIL Jenny T. Colgan
Título original: Resistance is futile
Año de publicación: 2015
Editorial: Timun Mas
Colección: ---
Traducción: Miguel Antón
Edición: 2016
Páginas: 315
ISBN:
Precio: 19 EUR
Comentarios de: Magda Revetllat

—Pues quizá debería importarles —replicó con sarcasmo el escandinavo—. Es ciencia.

—Exacto. No son matemáticas. A las matemáticas no les incumbe cuáles puedan ser sus teorías. Hace cientos de años ustedes creían que el átomo era una roca indivisible. Hace cuarenta años no creían que los pedacitos de partículas de mierda de quark pudiesen viajar atrás en el tiempo. Hace trescientos años pensaban que las estrellas eran agujeritos que había pintado Dios en el cielo. Todo eso a nosotros nos importa una mierda. Mañana la gravedad podría invertir su comportamiento y todos vosotros acabaríais en la cola del paro. Pero las matemáticas son inamovibles.

Argumento

En Cambridge se ha formado un equipo con los matemáticos más prominentes de todo el mundo a los que se les entrega unos datos que deben descifrar, no sin antes firmar un documento con unas muy estrictas cláusulas de confidencialidad.

No estamos solos en el universo

El grupo está compuesto de personas de diversa edad y procedencia, todos ellos son lo más eminente en el campo de las Matemáticas, la profesora Evelyn Prowtheroe, el estadounidense Arnold Li Kierkan, Ranjit Dasgupta, Sé Weerasinghe, el también doctor Luke Beith, bielorruso, y la británica Constance MacAdair que prefiere ser llamada Connie. Esta última es la protagonista en la que se centra el relato narrado en tercera persona, relato coral en la mayoría de los momentos ya que la interacción del grupo es constante.

En un evento tiempo atrás, relacionado con su profesión, Connie y tuvieron un encuentro amoroso-sexual que no acabó muy bien y que les ocasiona escenas embarazosas estando solos o en compañía de sus colegas. Además, advierte pronto que Connie se va sintiendo atraída por el extraño Luke. Los matemáticos inmediatamente se disponen a trabajar para analizar los datos sobre los cuales la única explicación que han recibido es que se trata de descartar una pequeña posibilidad, pero conforme se suceden las largas jornadas de trabajo queda aceptado que los datos provienen del espacio exterior.

Entonces ocurre lo inexplicable, Hirati, que es el director del proyecto para el que se les contrató, aparece muerto en su despacho con la extraña circunstancia que su cuerpo ha quedado en estado traslúcido y es por esta causa que Nigel que no es policía, sino que trabaja para otro organismo, entra en escena para investigar la muerte y al posible asesino.

Del humor al temor

Para el sexo, los ingenieros. Eso solía decir. Sabían dónde iba cada cosa, y tenían tendencia a mostrarse pacientes. Para el trabajo, los matemáticos, y, bueno, cuando pudiese dedicarse al amor, ya sabía qué andaba buscando. Dicen que eso suele pasar.

Las distintas personalidades del eminente grupo construyen un relato humorístico al principio que empieza a turbarse tras la muerte del director y que acaba siendo perturbador cuando, en el supuestamente democrático Reino Unido, se recurre a prácticas en contra de estos principios para obtener la información deseada.

Aunque el grupo está prácticamente fuera de sospecha del crimen saben que están vigilados, hay cámaras y micrófonos en el centro de trabajo y Nigel pasa a ser una constante presencia a la vez que Luke, cuya identidad es algo opaca ya que su documentación se perdió en Bielorrusia, es el único que no se sorprende de la información que revelan los datos que finalmente Connie ha decodificado. Pero el grupo decide mantener esa información en secreto.

El relato avanza desde lo humorístico, con toques de romántico y escenas que llevan al lector a lo maravilloso, al thriller con grandes dosis de misterio. Otros personajes entran en juego para el seguimiento de la doble investigación, la de los datos recibidos y la del crimen cometido, hasta el desenlace final en el que se verán implicados científicos, el grupo matemático, organismos gubernamentales, militares y políticos. Y alguien más.

La autora

Jenny Colgan (Escocia, Reino Unido, 1972) es escritora del género romántico y de ciencia-ficción y colaboradora de la serie Doctor Who. Publica con su nombre o con seudónimos como lo hace en la novela que aquí se comenta, también como Jane Beaton y el de J. T. Colgan. Está casada con el ingeniero naval Andrew Beaton. Estudió en la Universidad de Edimburgo y ha ganado diversos premios por sus libros. El matrimonio tiene tres hijos y ella combina su estancia entre Londres y Francia.

© Magda Revetllat,
(707 palabras) Créditos