LA LLUVIA VERDE
LA LLUVIA VERDE Paul Tabori
Título original: The Green Rain
Año de publicación: 1951
Editorial: Editorial Pomaire
Colección: ---
Traducción: José M. Amposta
Edición: 1965
Páginas: 219
ISBN:
Precio: Descatalogado
Comentarios de: Magda Revetllat

Empezó a llover a mitad del desfile.

Dos horas después, calada hasta los huesos, pero conservando una fotogénica sonrisa, Madge McMamie, la Reina de la Caña de Azúcar, se retiraba a su habitación para vestirse para el Gran Baile. Su antesala estaba repleta de hombres.

La puerta de la habitación se abrió súbitamente y apareció Madge sin una prenda encima, gritando a más no poder. No fue esto lo que asustó a los hombres, sino algo más que los dejó helados, con los ojos desorbitados y la boca abierta, clavados en el suelo.

Madge era una esmeralda brillante y deslumbradora desde su bien formada cabeza hasta la punta de sus preciosos pies.

Argumento

Una sustancia se ha descubierto o tal vez inventado, el clorofilógeno, capaz de llevar la vegetación allá donde se vierta por desolado que sea el lugar. Un cohete será cargado de este producto y enviado a la Luna para que pueda ser poblada como una pequeña Tierra, pero el cohete nunca llegará al vecino satélite.

Un desastre obsceno y casi ridículo

Hambres e inundaciones, guerras y plagas eran cosas combatibles porque ya habían ocurrido anteriormente; una invasión de otro planeta o la aparición repentina de monstruos marinos de ojos salientes emergiendo del fondo del océano podía concebirse, porque sesenta años de ciencia-ficción habían familiarizado a la gente con estas ideas. Pero este era un desastre obsceno y casi ridículo.

La sustancia que una vez esparcida deja la tierra con una capa de verdor vegetal ha sido producida en un laboratorio y más tarde cargada en un cohete, pero este cohete tendrá un fallo mecánico y empezará a caer de nuevo hacia la Tierra sin haber llegado a la Luna, su destino original. Por la explosión del cohete queda esparcida en la atmósfera de la Tierra la sustancia que se mezcla con la lluvia y todos los humanos que han quedado mojados por las precipitaciones en distintos puntos del planeta se transforman en seres verdes. No hay ninguna diferencia respecto a lo que eran o a sus semejantes, aparte del color, pero pronto una alianza entre los verdes surge en oposición al resto, algunos quieren volver a su color original, pero otros prefieren formar parte de un nuevo movimiento y tal vez, de un nuevo mundo.

El dinero es la raíz de todo mal, decían los americanos, y debían saberlo bien, porque tenían la mayor parte de él.

En la primera parte de la novela el autor se sirve de la sustancia verdeante para satirizar el racismo y el clasismo tan arraigado en el ser humano. Pronto las alianzas entre unos y otros se concretan y surgen nuevas escaladas por el poder. Diversos personajes desfilan por la trama, desde los científicos que trabajan en el proyecto con sus aspiraciones y sus manías hasta dirigentes políticos y personas del mundo del espectáculo. La industria farmacéutica y algunas de sus prácticas son también mencionadas:

¿En qué trabajas ahora, Mario? ¿en una falsa cura para las arrugas? ¿en un método para agrandar o disminuir los senos femeninos? ¿o en algún mejunje venenoso para arruinar el cutis de algunos millones de mujeres?

La segunda parte de la novela toma un giro distinto al ser lanzado un segundo cohete con el clorofilógeno, proyecto que tampoco saldrá como estaba previsto precipitando el final de la novela con descripciones y discursos internos de una triste belleza con una prosa culta y elaborada pero no por eso de difícil lectura. Las reflexiones ya no son humorísticas y el tema de la condición humana es mostrado desde diversos ángulos:

Usted es un egoísta, un hombre de mal genio. Nunca discute, sus palabras son dogmas. Es tan fácil llamar a los otros estúpidos y encerrarse en su propia sabiduría, si es que tal cosa existe, lo que dudo...

Esas sustancias milagrosas.

Otras veces se ha citado en la ciencia-ficción proyectos parecidos. En la película de la serie STAR TREK: LA IRA DE KHAN, el llamado dispositivo Génesis es una tecnología similar que tiene como objetivo vestir un planeta árido y rocoso de un manto verde con la consiguiente atmósfera, pero es algo que también puede ser usado como arma aniquiladora si se aplica en un planeta que ya está habitado. En MÁS VERDE DE LO QUE CREÉIS de Ward Moore ocurre algo similar, un experimento que tiene la finalidad de crear vida llega a suponer un devastador problema para la población humana. También CLOROFILIA del escritor y periodista ruso Andrei Rubanov trata el tema de plantas que crecen sin control y de sus efectos verdeantes.

En LA LLUVIA VERDE el autor relata cómo siempre se tiende a remarcar las diferencias por encima de las concomitancias, cómo una y otra vez la humanidad busca la manera de crear estadios diferenciados y las luchas por quedar al mando de estos grupos separados. Si bien el tono al principio contiene mucho humor, conforme se llega a la segunda parte este tono cambia totalmente, la broma ha terminado y tal vez todo lo demás.

El relato muestra una no muy optimista visión del género humano y de las consecuencias de algunos actos, actos que si bien al principio son para beneficio de la humanidad pronto se convierten en proyectos al servicio de la codicia. El libro refleja también la respuesta de los distintos gobiernos a las crisis, de dirigentes que no están a la altura de las circunstancias y de regímenes políticos que nunca acabaron siendo lo que tenían que ser.

Sesenta años de ciencia-ficción

Aparte del tema de la novela, los personajes y el estilo me llamó la atención la frase que de una manera casual comenta la antigüedad de la ciencia-ficción, frase que forma parte del texto extraído del libro y que se muestra al principio de este comentario. Si este libro vio la luz por primera vez en 1951 quiere decir que sesenta años del género nos lleva hasta, más o menos, a 1890 y es de suponer que se refiere a H. G. Wells, pero no hay manera de comprobar el dato a menos que el autor haya comentado algo más en otra obra. También cabe destacar que si bien el libro está publicado en la fecha ya mencionada el relato está situado en un presente un poco distinto con una tecnología más avanzada o bien en un futuro próximo.

Se suele situar el origen de la ciencia-ficción antes, o bien con el FRANKENSTEIN de Mary Shelley y en ocasiones con obras anteriores. Por otra parte, se considera padre de la ciencia-ficción a Julio Verne cuyo libro DE LA TIERRA A LA LUNA se publicó en 1865 con lo que tampoco encajaría en el tramo de tiempo mencionado por el autor.

La antigüedad de este género es un largo e inacabado debate, pero como curiosidad la frase incluida por Tabori me ha llamado la atención al citar con humor el género en su forma más popular con el comentario de las invasiones alienígenas y los monstruos marinos de ojos salientes.

El autor

Pál Tábori (Hungría, 1908 - Gran Bretaña, 1974) usó el seudónimo Paul Tabori como escritor y periodista y se destaca su habilidad para acercar temas complejos al gran público. Creció en el entorno de una familia judía y su trabajo siempre estuvo ligado a lo que conforma el comportamiento humano. En los años 30 del siglo XX trabajó en Berlín, pero tras la subida al poder del nazismo dejó Alemania y en 1947 obtuvo la ciudadanía británica. Su obra es extensa y abarca ficción y no ficción.

© Magda Revetllat,
(1.242 palabras) Créditos