Sinopsis
Fecha estelar 44821.3. Beverly Crusher vive un apasionado romance con Odan, un embajador de la Federación que se encuentra en la Enterprise para mediar en un conflicto planetario. Durante un viaje en lanzadera, Odan resulta gravemente herido. Cuando la doctora se dispone a intervenirlo quirúrgicamente, Odan le confiesa que dentro de su cuerpo alberga a un simbionte, el verdadero Odan, que es quien debe sobrevivir por encima de todo. Pero, al no haber otro trill en la nave, Beverly se ve obligada a trasplantar temporalmente al simbionte a un huésped humano, el comandante Riker, que se ha presentado voluntario para ello. Una vez en el cuerpo de Riker, Odan intenta relacionarse de nuevo con la doctora, a la que ama, pero ella, confusa y aturdida, le rechaza.

primerOdan
EL HUÉSPED ofrece una interesante reflexión sobre la naturaleza real del amor, siendo una de las mejores interpretaciones de Gates McFadden en toda la serie. Pero, si por algo es recordado este episodio, es por tratarse de la primera aparición en Star Trek de los trill, humanoides que mantienen una curiosa relación simbiótica con unos seres, similares a babosas de gran tamaño, denominados simbiontes. Esta especie tendría un protagonismo destacado en la posterior DS9 a través del personaje de Jadzia Dax.
Algunos trekkies, que se iniciaron en la franquicia trek con Espacio Profundo Nueve y luego vieron La Nueva Generación, mostraron su perplejidad ante las notables diferencias físicas entre los trill de una y otra serie. La explicación es muy sencilla: En principio, los trill fueron concebidos para aparecer tan sólo en este capítulo de TNG. Pero el concepto era tan innovador, ofrecía tales posibilidades dramáticas, que en la preproducción de la serie hermana se decidió incluir uno de ellos como personaje fijo. No obstante, el maquillaje con el que aparecieron en EL HUÉSPED, que se limitaba a los manidos bultos en la frente, daba la sensación de algo demasiado visto, por lo que, de cara a la nueva producción, se procedió a rediseñar la estética de la raza.
En cuanto al episodio que nos ocupa, se centra en las dudas y temores que asaltan a Beverly cuando, tras la implantación temporal de Odan en Riker, aquél intenta retomar su relación romántica con ella. La confundida Beverly le rechaza, porque, aunque sabe que en el interior del primer oficial se halla el verdadero Odan, en realidad ella se sentía emocional y físicamente atraída por el trill, y Will Riker es sólo un amigo. Esto da mucho juego a la historia, pues parece sugerir que el componente físico tiene más importancia en las relaciones amorosas de la que comúnmente se admite. Pero, a pesar de todo, Odan está fusionado con Will, y es él quien habla por boca del comandante, expresándose de un modo que conmueve a Beverly. El amor verdadero va más allá de la mera atracción física, aunque esta tenga muchísima importancia en una relación. Por eso la doctora, que al principio se muestra reticente y hasta esquiva con Odan / Riker, comprendiendo que se enamoró del embajador por algo muchísimo más profundo e indefinible, acaba cediendo ante la fuerza de sus sentimientos. Más tarde, cuando Odan es reimplantado en otro trill, y este resulta ser una mujer, Beverly acabará reconociendo que, aunque siempre le amará, a veces el amor no es suficiente, pues en ocasiones es imposible superar ciertos obstáculos.
El que el nuevo huésped de Odan sea una mujer parece concebido, en principio, para ofrecer una reflexión sobre el lesbianismo. Algunos trekkies se quejaron de la supuesta cobardía de Crusher, pues si, como da a entender el desarrollo de la historia, se ha llegado a la conclusión de que la apariencia externa no es lo fundamental en una relación, la doctora debería haber sido más valiente y seguir con Odan. Pero los productores, en una muestra de sensatez que les honra, decidieron dejar claro que Beverly Crusher era una mujer tipo
, esto es, heterosexual, que no podía aventurarse en según qué clase de cosas. Como es obvio, de haberse rodado hoy una historia semejante, el desenlace del episodio habría sido más políticamente correcto
, y por ello mismo increíble.
Deanna Troi se ha ganado a pulso casi todas las críticas vertidas contra ella por los fans. Pero en EL HUÉSPED demuestra la nobleza de sus sentimientos con un gesto que la honra. Will Riker fue su antiguo amor. De hecho, todavía le ama. Pero acepta que ahora se sienta atraído por Beverly, y durante la charla a corazón abierto que mantiene con la doctora, dice a su amiga: Si encuentras el amor de un hombre llamado William Riker, acéptalo. Acepta el amor
.
Por su parte, Picard está muy preocupado por la cuestión diplomática, pero encuentra tiempo para interesarse por la doctora y ofrecerle su apoyo. Y es que el bueno de Jean-Luc es, para sus oficiales y en general para toda la tripulación de la Enterprise, mucho más que un capitán.
Las interpretaciones de Frakes y McFadden, que se encontraba en avanzado estado de gestación durante el rodaje, son modélicas. La química entre los personajes de Beverly y Will parece tan auténtica, que uno se pregunta qué hace el primer oficial bebiendo los vientos por la bella, pero un tanto pavisosa, consejera, habiendo en la Enterprise una mujer de bandera como la pelirroja.
El episodio, por descontado, adolece de alguna pifia referida a los trill. Nadie a bordo de la nave parece estar al tanto de sus peculiaridades, pero, dado que Odan es un embajador de la Federación, debemos colegir que su planeta pertenece a la misma, así que esa ignorancia sobre su especie se me antoja increíble.
En este capítulo los trill no utilizan el transportador, porque podría dañar al simbionte, así que siempre se desplazan en lanzadera. Este detalle fue obviado en DS9 por razones perfectamente comprensibles.
Este es el único episodio de La Nueva Generación dirigido por Marvin V. Rush, cuyo trabajo como director de fotografía de la serie es más que notable.
Disfrutemos pues de EL HUÉSPED, considerado por muchos aficionados el mejor episodio de TNG protagonizado por la doctora Crusher.