Sinopsis
John es policía y vive obsesionado con la muerte de su padre, Frank, un bombero que pereció treinta años antes en un incendio. Cierto día, un extraño fenómeno meteorológico, relacionado con una especie de aurora boreal, provoca que padre e hijo puedan comunicarse a través del tiempo utilizando la emisora de radio del primero, un último modelo en 1969 y una antigüedad en 1999. John, que sabe todo lo que pasó y cómo ocurrió, consigue alertar a su padre e impedir que este muera en el incendio. Pero si Frank hubiera muerto en el fuego, su mujer habría salido antes del hospital en el que trabajaba. El cambio temporal propiciado por John hizo que su madre continuara con su rutina normal en el hospital, convirtiéndose así en otra víctima más de un asesino en serie obsesionado con las enfermeras, y al que treinta años después todavía no se ha dado caza.
FREQUENCY representó una bocanada de aire fresco en el cine de ciencia-ficción, entonces plagado de aparatosos films concebidos para la taquilla, que buscaban abrumar al espectador con un exceso de acción y trucajes.
La película de Hoblit, por el contrario, presentaba un viaje temporal bastante atípico por lo estático del mismo. En este caso no era héroe el que viajaba a través del tiempo, sino una transmisión radiofónica, que le permitía contactar con su fallecido progenitor y modificar su realidad, alterando el pasado. Gracias a ello, John conseguiá no sólo salvar a sus padres, sino atrapar a un escurridizo asesino en serie, que llevaba tres décadas jugando al gato y al ratón con la policía.
La película, como si de un regreso a los gloriosos tiempos del cine clásico se tratara, mantenía el suspense a lo largo del metraje apoyándose principalmente en la palabra. El film carecía de los efectismos visuales tan caros a sus contemporáneos, suplidos con holgura por un guión denso y bien estructurado. Parecía imposible que a esas alturas se pudiera hacer algo nuevo y apasionante sobre los trillados viajes en el tiempo, pero Hoblit lo consiguió, haciendo que todo el peso del relato recayera no en la acción física, sino en las conversaciones radiofónicas que, en épocas muy diferentes, mantenían padre e hijo.
Por supuesto que la película no es perfecta, pues, a poco que uno se fije, se detectan en ella algunas pequeñas pifias en el guión. Pero en conjunto se resolvió como uno de los thrillers de ciencia-ficción más interesantes y logrados de su tiempo.