Resulta curioso como mientras las productoras occidentales
se esfuerzan por incluir algo de sabor oriental en sus películas para captar el mercado chino, los chinos a su vez, crean productos neutros
para poder exportarlos al resto del mundo sin traumatizar
a nadie.
Este es el caso de LA NUEVA GENERACIÓN (sin relación con Star Trek). Es la historia de una cría al borde de la repelencia que traba amistad con un robot de combate, el
robot de combate. Está basada en el comic chino 7723 de Wang Nima. He buscado por ahí algo al respecto de 7723 y del señor Nima, pero no parece tarea fácil, al parecer es el creador de la web china baozou.com (que a día de hoy es inaccesible) dedicado al cómic y la animación. Lo que ya no me ha quedado tan claro (como es fácil comprobar si visitas la web) es si se trata únicamente de un sitio de noticias o publicad directamente originales, el caso es que ese parece ser el origen de esta adaptación, producida por dos gigantes chinos: Alibaba Pictures y Wanda Group, y encargada al estudio canadiense Tangent Animation para que el proceso de occidentalización
fuera lo más pulcro posible.
Por si todo esto fuera poco, Alibaba y Wanda se encargan del mercado chino, y es distribuida en el resto del mundo por ¡tachaaan! Netflix, que ha pagado por quedarse con lo derechos exclusivos 30 millones de euritos.
¿Y que nos ofrece LA NUEVA GENERACIÓN? Lo ya comentado, la historia de una chica y su robot. Mai (la protagonista) es una preadolescente traumada por una vida familiar desastrosa. Sus padres ya se llevaban mal cuando su padre murió en un accidente, y su madre, Molly, se evadió del mundo convirtiéndose en una adicta a la tecnología. Solo le queda la compañía de Momo, un bulldog francés con muy malas pulgas.
En estas estamos cuando Molly obliga a Mai a acompañarla a la presentación (para los redichos, keynote) de un nuevo robot doméstico de la empresa de Justin Pin (un trasunto de Steve Jobs) que promete hacer todavía más fácil la vida de los ciudadanos. A Mai eso le importa un rábano y se las apaña para perderse en la instalaciones de la empresa y dar con el Proyecto 77, un robot de combate desarrollado secretamente por el doctor Tanner Rice, el ingeniero jefe de Justin Pin. Por supuesto nada es lo que parece, los buenos no lo son tanto, los malos tampoco, y los malos de verdad acaban quitándose la careta entre persecuciones y explosiones.
El argumento, como se ve, no puede ser más insulso, y en cuanto a los personajes tampoco se escapan del estereotipo, la joven rebelde, el perrete cascarrabias-simpático, el simpático que cae mal por demasiado simpático, el científico malo pero que en realidad es bueno, la madre perdida en su mundo, el robot ingenuo... En general, los mimbres con los que se construyen este tipo de películas, desde EL GIGANTE DE HIERRO a BIG HERO 6, en las que realmente solo interesa la forma de contarlas.
En el caso de LA NUEVA GENERACIÓN no se puede pedir más. Espectáculo brillante y colorista donde todo explota a poco que permanezca más de treinta segundos en pantalla. Eso no impide que el guión, milimetrado como sucede con este tipo de películas, avance paso a paso hasta el desenlace final. Incluso se permite el lujo de matar de forma bastante salvaje a alguno de los buenos
, cosa poco vista, porque en general es el malo el que acaba acribillado, aplastado, desenchufado o, en las historias más blancas, entre rejas e incluso rehabilitado y reinsertado en la sociedad como un ciudadano honrado y cumplidor. No es el caso.
LA NUEVA GENERACIÓN es un entretenimiento sin grandes complicaciones que confirma una tendencia que ya se empezaba a vislumbrar en el horizonte. China ha dejado de ser un lugar al que las productoras occidentales
acudían a producir animación barata, para convertirse a su vez en un generador de contenidos. Japón ya conquistó el mundo hace unas décadas, y aunque la libertad de creación en China es algo bastante cuestionable, en este tipo de productos donde la ideología no pinta demasiado, el potencial de crecimiento que tiene es infinito.