Sinopsis
Fecha estelar 3018.2. Kirk, Spock y McCoy se transportan al planeta Pyris VII, en el que poco antes han desaparecido Scott y Sulu. En el interior de una extraña construcción, semejante a un castillo medieval, encuentran a los dos oficiales en una especie de trance hipnótico, provocado por dos alienígenas que parecen estar dotados de poderes sobrenaturales, gracias a los cuales utilizan los miedos de los humanos para controlarlos.

Si por algo recordamos los trekkies LOS CUATRO GATOS, es por tratarse del episodio en el que debutó el impagable alférez Pavel Andreievitch Chekov, que llegaría a ser tan famoso como sus compañeros. En aquel momento corrió el rumor de que la inclusión de un ruso en el elenco de Star Trek se debía a que Pravda, el diario más importante de la URSS, se había quejado en un editorial de la ausencia en el reparto de un soviético. Puesto que los rusos fueron los primeros en lanzar no sólo un artefacto al espacio, sino también a un hombre, parece ser que Roddenberry tomó nota de ello y por eso introdujo el personaje de Chekov. Sin embargo, esta versión de la historia sería desmentida años más tarde por el propio Walter Koenig, quien afirmó que su personaje había sido creado a imitación de uno de la popularísima serie de los 60 Los Monkees, protagonizada por el grupo musical del mismo nombre. Esta parece ser la verdad, porque, salvo en la zona de la RDA próxima al Muro de Berlín, donde se podían captar las emisiones televisivas de la RFA (aunque verlas estaba castigado con largos años de prisión), Star Trek no fue emitida en ningún país del bloque comunista.
Aunque no se pretendiera eso al rodarlo, este capítulo se emitió el 27 de octubre de 1967, así que casi coincidió con la festividad de Haloween. No podría imaginarse mejor episodio de Star Trek para esa época, porque en LOS CUATRO GATOS aparecen casi todos los elementos que caracterizan esa tétrica fiesta: castillos encantados, gatos negros, brujas, esqueletos... Sólo faltan las calabazas, vamos. Y para acabar de redondear la cosa, el autor del guión no fue otro que Robert Bloch, autor especializado en el tratamiento del terror, que supo mezclar hábilmente elementos de ese género con la ciencia-ficción. Bloch volvería a colaborar en TOS con el estupendo UN LOBO EN EL REDIL, de esta misma temporada.
Por lo demás, se trata de un episodio muy entretenido, en el que Jim y sus compañeros caen en poder de una pareja de alienígenas que cumple una misión de exploración de nuestra galaxia. Para llevarla a cabo, estos seres han adoptado forma humana. Pero la hembra, Sylvia, fascinada por las sensaciones que experimenta bajo esa nueva forma física, tan distinta a la suya original, no quiere abandonarla. Su compañero, Korob, teóricamente al mando de la misión, se da cuenta de que Sylvia ha cambiado, convirtiéndose en una criatura malvada y egoísta, pero apenas puede hacer nada al respecto, salvo avisar a los humanos para que se alejen de Pyris VII. Como es obvio, Kirk ignora la advertencia, pues no piensa dejar atrás a Scott y Sulu, así que se transporta al planeta, junto con Spock y Bones, en busca de sus hombres. Una vez allí, descubren que las voluntades de Sulu y Scott han sido anuladas, corriendo McCoy poco después igual suerte. Ante la amenaza de Sylvia de destruir la Enterprise, el capitán parece ceder. La pérfida Sylvia, al descubrir que en realidad Jim no está dispuesto a rendirse, monta en cólera. Pero la intervención de Korob, que ha comprendido que su compañera ha perdido los papeles
, ayuda a nuestros héroes a resolver la situación.
Lo más destacado de LOS CUATRO GATOS, aparte del debut de Chekov, es la aparición del teniente DeSalle, oficial ingeniero al que Kirk deja al mando de la nave. Uno de los secundarios más interesantes de TOS, DeSalle apareció en algunos episodios, aunque nunca fue tratado en profundidad. En la serie amateur para internet Star Trek: The New Voyages / Phase II adquiriría más protagonismo.
Los efectos especiales son aceptables para la época, destacando el que representa a Sylvia transformada en un gato gigante, aunque la verdad es que no está perfectamente resuelto.
En LOS CUATRO GATOS Chekov luce una espantosa peluca, que llevaría también en algunos episodios subsiguientes, en espera, me imagino, de que el pelo del actor Walter Koenig creciera hasta alcanzar la longitud requerida. La verdad es que le da un aspecto horroroso, pero que casa muy bien con la historia que narra el capítulo.
Por último, comentar que no sé a qué viene el título español, pues en todo el metraje sólo aparece un gato, no cuatro. Hubiera sido mejor traducir literalmente el título en inglés, CASPAW, es decir, LA ZARPA DEL GATO.