La roca Tarpeya, 2
EL NIGROMANTE
EL NIGROMANTE Antonio Santos
Título original: ---
Año de publicación: 2014
Editorial: Marsoon Books
Colección: La roca Tarpeya 2
Traducción: ---
Edición: 2014
Páginas: 165
ASIN:
Precio: 1,04 EUR

Segunda entrega de la tetralogía La roca Tarpeya. En esta serie ambientada en una Tierra futura (no necesariamente en nuestra línea temporal) invadida por los alfios, fabulosos seres a los que Joe Horseman, el protagonista y único humano superviviente, denomina Terribles Trasgos, se desarrolla una nueva invasión por parte de seres más terroríficos aún que los aristocráticos y estirados alfios. Nhsvhs, dios de la Acracia, una fuerza de un poder inimaginable, venida a su vez de otra Faceta (o Universo Paralelo, llámese como se prefiera) pretende hacerse hegemónica en este particular multiverso y arrasa Faceta tras Faceta sin piedad. Pero algo le detiene en nuestra (o la que al menos lo parece) Tierra, Aric Vjan Rdim uno de los alfios ocupa en cierto modo el hueco que le correspondería a Nhsvhs, y en tanto en cuanto no muera, a ser posible asesinado entre horribles sufrimientos, Nhsvhs queda limitado a enviar a sus adláteres a sembrar la muerte y la destrucción, con la ayuda de los elfios, alfios renegados, y ante la resistencia de algunos pocos alfios, que han sobrevivido al primer embate de los enviados de Nhsvhs.

En EL OGRO DE HIERRO, se presentaban a los protagonistas principales de la serie, Joe Horseman, Aric Vjan Rdim, Forson, el Hombre de espinas, y se mostraba la panoplia de seres que pueblan la Tierra. Como narración excesiva en todos los aspectos, resultaba ser a la vez impactante y cautivadora. No obstante, EL NIGROMANTE pierde fuelle respecto a su predecesora. No tiene nada que ver con aquello de que segundas partes nunca fueron buenas, sino con una cuestión de continuidad que hace de esta novela un elemento necesario de transición, de modo que si bien se encuentran los mismos elementos que en la primera, la intensidad, que no el ritmo, ha bajado, se trata de una novela de estrategias, posicionamientos y viajes; el periplo de Horseman y Aric Vjan Rdim hacia la fortaleza de Caer Dws, donde se producirá la batalla final.

En el Black Jack, el fabuloso dirigible de Horseman inician un periplo que les llevará a enfrentarse a hordas de muertos vivientes, dragones voladores, y librar contundentes combates contra flotas enteras de naves flotantes, ninguno de esos peligros serán poca cosa para las armas de Horseman ni sus asistentes mecánicos, tampoco lo tendrán fácil Aric Vjan Rdim y su espada Catanalarga, pero con todo saldrán victoriosos, aunque mermados, de todos sus encuentros poniendo proa imparables hacia Caer Dws.

Sus enemigos tampoco se quedan quietos. Forson y el Hombre de espinas mueven sus peones, reúnen ejércitos y se hacen con nuevos aliados para expandir el poder de Nhsvhs, con el claro objetivo de acabar con Aric Vjan Rdim e instaurar su reinado de terror.

Ambas líneas narrativas se acercan y alejan según avanza la narración. Al tratarse de un episodio de transición ninguna de las facciones debe salir claramente victoriosa pero a la vez tampoco puede perder fuerza ni empuje. Ese necesario equilibro también penaliza el estilo, no es tanto que sea menos brillante como que se hace rutinario. En este impass de espera todos, Horseman, Aric Vjan Rdim, Forson, el Hombre de espinas y hasta propio autor parecen guardar fuerzas para lo que vendrá en las dos siguientes entregas, que vistas las brutales batallas de EL OGRO DE HIERRO y el cúmulo de fuerzas que se están agrupando alrededor de ambos bandos, prometen ser bestiales.

¿Significa esto que se puede prescindir de EL NIGROMANTE en espera de ASAMBLEA DE METAL, la tercera entrega? Por supuesto que no. Transición no significa intrascendencia y mucho menos decadencia. EL NIGROMANTE presenta nuevos personajes que se prometen fundamentales, aunque la intensidad no sea la misma, la novela sigue teniendo fuerza, y por supuesto, esta propuesta entre el steampunk, el Marte burrougsiano, el multiverso moorkiano y la cosmogonía lovecraftiana, sigue siendo poderosamente atractiva.

© Francisco José Súñer Iglesias, (637 palabras) Créditos