CON DESTINO A LA LUNA
CON DESTINO A LA LUNA EE. UU., 1950
Título original: Destination Moon
Dirección: Irving Pichel
Guión: Alford Van Ronkel, James O´Hanlon
Producción: George Pal Productions
Música: Leith Stevens
Fotografía: Lionel Lindon
Duración: 92 min.
IMDb:
Reparto: John Archer (Jim Barnes); Warner Anderson (Dr. Charles Cargraves); Tom Powers (General Thayer); Dick Wesson (Joe Sweeney); Erin O´Brien-Moore (Emily Cargraves)

La Tierra desde la Luna
La Tierra desde la Luna

Entre las compañías productoras dedicadas en exclusiva al cine de serie B destacó, por derecho propio, la hoy mítica Eagle Lion, que alcanzaría un enorme prestigio gracias a su notable contribución al cine negro con títulos tan emblemáticos como LA BRIGADA SUICIDA (T-MEN, Anthony Mann, 1947), ORDEN: CAZA SIN CUARTEL (HE WALKED BY NIGHT, Alfred L. Werker, 1948), JUSTA VENGANZA (RAW DEAL, Anthony Mann, 1949) y ATRAPADO (TRAPPED, Richard Fleischer, 1949). Eagle Lion fue fundada en 1946 a instancias del productor británico Arthur Rank, con la intención de utilizarla para distribuir sus películas en Estados Unidos sin tener que recurrir a la intermediación de las grandes distribuidoras americanas, que dependían de las Majors hollywoodenses. Para dirigirla Rank contrató a Bryan Foy, antiguo ejecutivo de Fox y Warner Bros, quien se ocupó de trazar la línea de producción de la compañía, apostando desde un principio por el cine de género de bajo presupuesto. La aventura de la Eagle Lion duró sólo cuatro años, pues en 1950 se fusionó con la compañía Films Classics, que a su vez sería absorbida poco después por United Artists, pero dejó una huella indeleble en la historia del Séptimo Arte. Aunque produjo principalmente westerns y policiacos, lo cierto es que su película más popular y taquillera sería CON DESTINO A LA LUNA, cinta de ciencia-ficción que adaptaba un relato de Robert A. Heinlein. Fue la producción más cara de Eagle Lion, y no deja de resultar curioso que el estreno de éste, su film más exitoso, coincidiera con la desaparición oficial de dicha compañía. Misterios del negocio del espectáculo.

Revisando el equipo
Revisando el equipo

El director Irving Pichel y el productor George Pal deseaban filmar una película espectacular, y desde luego lo consiguieron, al menos en lo visual. Por desgracia no atinaron tanto con el argumento. El cine de ciencia-ficción de serie B de los cincuenta se caracterizaba, principalmente, por la calidad de sus guiones, pero CON DESTINO A LA LUNA parece ser la excepción que confirma la regla, ya que su base argumental es de una sencillez extrema, rayana en lo esquemático. Por otra parte, el film adolece de una notable falta de ritmo narrativo, acentuada por la ausencia absoluta de escenas de acción, lo que hace que muchos tramos de la película se le antojen, a un espectador actual, tremendamente aburridos. La inclusión de un pequeño accidente, ya fuese en pleno vuelo hacia Selene o en la superficie de la misma, habría animado algo la función, pero por lo visto ni Pichel ni Pal se plantearon algo tan sencillo, lo que no deja de resultar chocante, habida cuenta de que eran dos profesionales con una enorme experiencia en el mundo del cine. Otro aspecto de la película que en su momento fascinó al público, pero que hoy puede resultar algo cargante, es la verborrea seudocientífica de los protagonistas, que se pasan media cinta explicando las teorías y los estudios en los que basan su expedición lunar. Está claro que lo que se pretendía era ofrecer información a los espectadores de modo didáctico, pero, francamente, la lección sobre el funcionamiento de los cohetes en dibujos animados, protagonizada nada menos que por Loquillo, el Pájaro Loco, chirría más que una rueda de carro sin engrasar. Está claro que semejante escena obedece al deseo de conectar con el público infantil de por aquel entonces, pero resulta ridículo ver a los astronautas prestando tanta atención a un Cartoon, la verdad.

Lo mejor de CON DESTINO A LA LUNA sigue siendo su diseño de producción, que en su día dejó boquiabiertos a los espectadores y que todavía hoy asombra por su perfección. Pal y Pichel consiguieron rodar una de las películas más espectaculares de su tiempo. En pocas ocasiones fueron utilizadas las rudimentarias técnicas de efectos especiales de la época con tanto acierto. Imposible ponerles un pero a las maquetas, los decorados, el vestuario y los trucajes. El empleo del Technicolor, un costoso sistema raras veces usado en producciones de serie B, y la fabulosa fotografía de Lionel Lindon, realzan aún más la notoria efectividad del trabajo de los responsables de los efectos especiales.

Un desmayo
Un desmayo

Con un argumento más trabajado, y con algo más de acción y dramatismo, CON DESTINO A LA LUNA habría alcanzado la categoría de gran clásico del cine de ciencia-ficción. No fue así, pero a pesar de todo es un film muy digno, que se deja ver y que todavía sorprende en algunos momentos, aunque en otros pueda aburrir casi soberanamente. De todas formas, es una película que ningún buen aficionado al género debería perderse.

© Antonio Quintana Carrandi, (758 palabras) Créditos