¿De qué se trata?
Es el año 2046, más o menos. Hace veinte años atrás, se descubrió en Nevada un chupi portal espacial que lleva hasta Marte. Muchas cosas se emplazaron en Marte. Arqueólogos de partida, por supuesto, por aquello de descubrir qué rayos ha pasado con los marcianos tan sofis que construyeron ese portal. También, aprovechando que es un mundo muerto, se ponen a investigar armas biológicas, chicos inteligentes éstos. De pronto, algo se sale de control. Y como es tradición en estas pelis, ese algo se pone a regar el camino de muertitos. Por supuesto que llaman a un equipo de contención, en este caso de marines, para no romper el lugar común. Y los marines empiezan a lidiar con la amenaza marciana, descubrir cuál es la conexión entre las ruinas arqueológicas y los monstruos que azotan la base, etcétera. ¿No he visto esta peli yo antes...? Me suena a que sí...
El espíritu de los tiempos
Vale que en Hollywood ya no encuentren como forrarse los bolsillos, pero a veces las ideas para adaptar simplemente son inmundas. A este paso, pronto veremos la película del cubo de Rubik. En 1993 salió el revolucionario juego Doom, revolucionario porque inventó prácticamente el concepto first person shooter (tirador en primera persona) imitado y clonado después hasta la saciedad. Pero como en Doom el asunto era tirar y matar por diversos corredores y sanseacabó, era un material terriblemente pobre para adaptar al cine (¿y qué? Si se atrevieron a adaptar el manual de AD&D en la sangrante Calabozos y dragones) Pero no importa. La comunidad que juega a Doom no escucha a Mozart ni lee a Dostoievski, dijeron en las productoras de cine (¿sabrán los productores de Hollywood quién fue Mozart...? ¡Ah, sí! ¡Deben saberlo por AMADEUS!) así es que les pasamos cualquier bazofia y la van a ver en masa, porque es la adaptación de su juego favorito. Como a veces sucede, los productores se pasaron de roscas; no pensaron en que si la peli es mierda pinchá en un palo, joer, pues la gente puede que no quiera verla. De hecho, ni siquiera la base de fanáticos la quiso ver. Y ya no hablemos del resto.
¿Por qué verla?
:: Las historias de marines vs. monstruos tienen solera en Hollywood. Quizás la fundadora del género sea la canónica ALIEN 2 (algo debe decir sobre la calidad de DOOM: LA PUERTA DEL INFIERNO que hace ver a ALIEN 2, la más débil de toda la saga antes del cross over ALIEN VERSUS DEPREDADOR, como ein Meisterwerk) Y por si el género no hubiera quedado bien asentado con las versiones bastardas, ahí tienen cómo se forró RESIDENT EVIL con el mismo concepto, y que ya va por su segunda secuela. En ese sentido, la sensación predominante en DOOM: LA PUERTA AL INFIERNO es de permanente déjà vu, de que esta peli ya la vi antes, y se pone peor, era más interesante cuando la había visto antes. Lo que resulta criminal, es la manera genocida en que derrochan buenos conceptos. A RESIDENT EVIL uno le perdonaba que fuera tan anémica de contenido porque la premisa inicial era tan básica, que con poner un poco de entretención garantizada ya podías darte por bien pagado, qué más ibas a pedir. En cambio acá, veamos la cantidad de elementos potenciales que nunca se explotan a cabalidad: marcianos, ruinas marcianas, armas futuristas, superficie marciana, encubrimiento corporativo... Lo tenía todo para ser una gran película cyberpunk, o al menos una gran película de acción, quizás una especie de EL VENGADOR DEL FUTURO de comienzos del XXI (por aquello de ser acción en Marte) y nada, ya no digamos que todo se queda en promesas y buenas intenciones, que de lo segundo nunca hubo nada.
:: Mención especial para Dwayne Johnson, AKA La Roca, que aquí sigue en su imparable camino por la decadencia. Cuando lo vimos como cameo de lujo en LA MOMIA 2, y después haciendo el Conan en la aceptablemente entretenida EL REY ESCORPIÓN, podíamos creer que estábamos ante el relevo generacional de Arnold Schwarzenegger; al menos era un duro con cierta vibra de simpatía. Pero después, sus elecciones han sido desacierto tras desacierto... Y pues bien, llegó hasta acá, peli en la que, ¡por fin! lo nominan para un premio. Lástima que ese premio para el que fue nominado, fue el Golden Raspberry, mejor conocido como Premio Razzie, al Peor Actor del 2005; para colmo perdió ante Rob Schneider por AMERICAN GIGOLO 2: GIGOLÓ EN EUROPA, eso es perder feo. A su lado tenemos a Rosamund Pike (¿what the f***ing hell está haciendo ella aquí?) que a veces saca alguna carota convincente, y a veces está perdida en la tercera nebulosa a la izquierda (un poco como en OTRO DÍA PARA MORIR, y a años luz de ORGULLO Y PREJUICIO o EL LIBERTINO... a eso me refiero con qué demonios está haciendo acá) El resto de los actores ni merece mención. Ni el libreto. Ni la banda sonora. Ni la estética. Ni el canon de arriendo en el videoclub. Ni el ancho de banda para descargarla. Sí, pequeñuelos, tienen suerte de que yo me haya sacrificado, viéndola antes que ustedes... (ustedes no cometieron el desaguisado de verla antes de leer mi comentario, ¿verdad...?)
Ideal para: Saltársela.