¿Qué es lo que es eso?
A nadie se le escapa que los weblogs, o blogs (que habría que traducir por diarios o cuadernos de bitácora) han revolucionado (por enésima vez) Internet. Lejos de los días en los que la norma era mucho trabajo y más sufrimiento para conseguir mostrar un simple saludo en la web, ahora resulta sencillísimo publicar toda clase de contenidos mediante el muy complejo método de... escribirlos.
Un blog (o diario, o bitácora) es simplemente una enumeración de sucesos y/o reflexiones por parte de un individuo o un grupo con intereses afines. En vez de escribirse sobre el papel y guardarlos para refrescar la memoria en el futuro, se hacen públicos en la web, ya sea por afán de compartir, por puro exhibicionismo, o porque está de moda. Todo es válido. El blog también sirve de socorrido listado en línea de sitios más visitados, agenda, e incluso de animado foro temático.
Todo esto, sin embargo, no parece muy distinto a lo que era la web hasta ahora; artículos, colecciones de enlaces, foros... ¿qué cambia en el concepto del blog respecto a la tradicional página personal? En principio, la filosofía del blog está orientada a compartir vivencias, reflexiones e incluso noticias, es decir, el día a día. De ahí la estructura lineal, cronológica, de sus contenidos, en vez de la normalmente arborescente de las páginas personales y prácticamente cualquier portal. La gracia del blog es leerlo según se escribe, mientras el tema y el interés del autor por el mismo están todavía vivos y conservan su frescura. Por eso, el histórico de casi todos los blogs aparece lleno de entradas en apariencia absurdas, cuya clave se perdió con la novedad del momento en las que se redactaron, aunque no siempre es así, y muchas interesantes reflexiones atemporales permanecen sepultadas bajo estratos de actualidad desactualizada.
Cosas buenas

¿Por qué han tenido tanto éxito? La respuesta hay que encontrarla en las granjas de blogs, como Blogia, o Blogger, o los gestores de contenidos especializados, como Wordpress. En ellos cualquiera puede abrir una cuenta de forma gratuita, anónima, y sin ningún conocimiento de programación, publicar su blog. Así de sencillo. Se acabó la lucha a brazo partido con las etiquetas HTML, con los clientes de FTP, con las limitaciones de espacio en los servidores y con los administradores tiránicos. El autor puede, al fin, concentrarse únicamente en el contenido, basta escribir y publicar.
Esto ha supuesto la proliferación de blogs y blogs y blogs... cualquiera puede tenerlo, una peluquera, un ingeniero, una azafata, hasta perros y gatos tienen sus blogs. La cantidad y la diversidad ha enriquecido enormemente la inteligencia de la red, con la llegada de autores que hasta ahora veían la web como algo esquivo, donde tener presencia suponía adquirir conocimientos demasiado áridos o requerir la colaboración de un intermediario para publicar.
También han supuesto una gran mejora estética para la web en general. Estas granjas de blogs disponen de una colección de plantillas, por lo común bastante afortunadas, entre las que el autor puede elegir y personalizar así sus escritos. A excepción de MSN Spaces, extraordinariamente famosa por permitir a sus usuarios desplegar sin complejos todo su mal gusto, el resto de las granjas y gestores tienen un conjunto básico de plantillas sobrio y elegante, aunque quizá los de Blogia se queden en demasiado básicos y sencillos. Por supuesto, se acabaron los abusos de las plantillas del FrontPage y el uso indiscriminado de efectos visuales dañinos para la vista. No obstante, esto también supone que a causa de lo limitado del número de las citadas plantillas, y que no todos los usuarios dedican algo de tiempo a investigar como modificarlas (ni probablemente les interese), existe una innumerable cantidad de blogs de aspecto literalmente idéntico
Un servicio interesante de los blogs es el RSS, mediante este mecanismo y los agregadores, programas especializados en tratarlo (navegadores como Firefox o clientes de correo como Thunderbird también pueden manejar este servicio) es posible estar al tanto de cuando se publica una nueva entrada en un blog sin necesidad de visitarlo continuamente. Esto supone a su vez un nuevo concepto de navegación por la web; los agregadores convertidos en metablogs donde se compila una colección de favoritos que informan por si mismos de sus novedades.

Otras herramientas que dan más riqueza aún si cabe a los blogs, y a la web en general, son los servicios ofrecidos por portales como YouTube, o GoogleNews, que permiten incrustar contenidos multimedia, cabeceras de noticias, etc., etc. sin que ello suponga mayor complicación técnica para el usuario que copiar algunas líneas de código generado automáticamente. Consecuencia de ello son los videoblogs. Mucha gente ni siquiera escribe lo que quiere comunicar, lo dice ante una cámara y almacena el vídeo resultante en los servicios citados. Los blogs también tienen su buscadores especializados, como Technorati o Google BlogSearch. La Web 2.0 se cuela por la ventana sin que nos demos cuenta.
Obviamente, existe un grado más allá en cuanto a la complejidad, desde aquellos que deciden programarse su propio gestor de contenidos, hasta los que, aprovechando la posibilidad que brindan muchas granjas de blogs de modificar las plantillas básicas, no sólo incluyen enlaces y referencias a otras webs y blogs, sino que manipulan la misma estructura de la plantilla llegando a crear auténticas obras de arte.
Muchas veces me han preguntado si los blogs han perjudicado a las webs tradicionales, como el Sitio. Sencillamente no, es más, existe una realimentación positiva en el sentido de que si bien la presencia en la web está asegurada para cualquiera, no así la visibilidad. Reproducir contenidos en una web como el Sitio permite a esos blogs, sobre todo los emergentes, transcender del reducido ámbito de amigos y familiares consiguiendo una audiencia tremendamente superior, y puede ayudar a que el blog se haga popular (además de un interesante enlace de cara al PageRank) El Sitio por su parte consigue buen material que de otra forma (sin la existencia de los blogs) posiblemente nunca se hubiera escrito, enriqueciendo así su fondo editorial.
El tema de la visibilidad es importante. Aunque todos los blogs mantienen una lista de enlaces a blogs amigos, o de amigos, he llegado a comprobar, sin que esto sea estrictamente así, que las listas de enlaces de blogs de temática similar son circulares, A y B se apuntan mutuamente, y ambos apuntan a C, que obviamente también les apunta a ellos, se parte de A, se pasa por B, y desde C estamos otra vez en A. En el caso de la ciencia-ficción el Sitio tampoco está libre de ese pecado, pero al menos los años que lleva en marcha han servido para que algunas de sus secciones (el Glosario, por ejemplo) hayan transcendido a ese circulo vicioso y su visibilidad en otros ámbitos sea mucho mayor, con los beneficios que eso supone para todos.
Cosas malas (y algo de historia)
No todo son parabienes en el mundo del blog. Como fenómeno cada vez más desconcertante, muchos iniciados en la web a partir de los blogs creen que antes de eso no hubo vida, ni siquiera universo, que todo empezó con ellos y ellos serán el principio y el fin. Rastreando la red es posible encontrar blogs en español más o menos a partir del año 1999, aunque no será hasta 2001 cuando el fenómeno, todavía tímidamente, explote a nivel general. Hay una fecha fundamental para datar la expansión en España de los blogs dedicados a la fantasía y la ciencia-ficción: el cierre de Cyberdark a principios de 2005 propició que muchos de sus colaboradores habituales, Nacho Illarregui, Iván Olmedo, Iván Fernández Balbuena, etc, etc, abrieran sus propios blogs para seguir publicando sus escritos, independientemente de que muchos de ellos contaran ya con sus propias páginas personales. Pero desde mucho antes se podía encontrar Crisei, de Rafa Marín, Memorando, de Alfonso Merelo, Thänhauser, de Javier Iglesias Plaza, El cronicón cinéfilo, de J.P. Bango, y desde agosto del año 2000 la sección Firmas del Sitio, que si no me he olvidado de nadie y no se es muy purista en lo que respecta a formatos y detalles menores, se puede considerar el primer blog en español dedicado exclusivamente a la ciencia-ficción.

Pues bien, pese a todo esto, y a que ya de antes portales y páginas personales habían llenado de contenido la red, algunos blogueros se han creído los elegidos del dios de la cibernética y que su palabra es la primera en escucharse en el desierto, por no hablar de la exagerada importancia que se atribuyen. Un blog prestigioso es, por ejemplo, El Manifestómetro, que ha demostrado una influencia cierta y determinante sobre medios de comunicación generalistas como El Mundo o El País, pero sinceramente, que un mengano recién llegado escriba acerca de lo muy comprometido que está con la marcha del mundo, y mire por encima del hombro a gentes que llevan años publicando en la web resulta, como poco, curioso. Las palabras del mengano en cuestión podrán tener impacto entre un reducido grupo de fieles, pero como habitualmente ocurre en cualquier pequeño blog, nunca pasarán de ahí, con lo que todo queda en un ejercicio bastante absurdo de ombliguismo.
En ese sentido, en la blogosfera o blogocosa, como también se le llama burlonamente, se han creado unas redes de referencias cruzadas que, como ya comenté en el caso de la visibilidad, consiguen que unos blogs se citen a otros y otros a esos y así hasta llegar de nuevo al origen, dando la falsa apariencia de que el artículo original ha tenido una relevancia más que notable, cuando en realidad no ha salido de un limitado círculo de lectores, que a su vez también son blogueros más o menos constantes. Interesante, en ese sentido, es seguir los trackback, o las veces que se habla del artículo en el resto de los blogs.
Por otro lado, que nadie piense, que los blogs son la panacea que convertirá Internet en la república del pensamiento. Siguiendo con fidelidad la ley de Sturgeon (en realidad un viejo cuento árabe) el 90% de lo que se publica en los blogs es irrelevante, aburrido, repetitivo o directamente basura, por no hablar de todos aquellos blogs que según se crean se abandonan. Hasta hoy, nunca hubo tanto ruido en la red. Es una consecuencia lógica de la cantidad de gente que puede publicar (literalmente todo el mundo que tiene acceso a una conexión a Internet), pero que esa cantidad sea necesaria para conseguir la correspondiente calidad, no impide que la búsqueda sea en ocasiones realmente penosa.
Otro problema al que se están enfrentando muchos blogs es que han dejado de ser blogs. Se han convertido en auténticos portales con pretensiones y objetivos que van más allá del simple registro de vivencias y pensamientos. La propia limitación de la filosofía original del blog, y por tanto de los portales que ofrecen servicios para su mantenimiento, origina que los contenidos de estas páginas de propósitos más ambiciosos, resulten muchas veces inconexos y mal estructurados. No es el blog (o mejor dicho, (Blogger, Blogia, etc...) el lugar donde deberían residir, sino hacerse con un espacio propio y montar una infraestructura acorde con sus necesidades reales.
Algunos blogs y/o bloggers
Entre la inmensidad de los 50 millones de blogs que según Technorati componen hoy en día la blogosfera, mencionaré a continuación unos pocos, muy pocos, centrados de algún modo en el género fantástico. Desde luego, no están todos los que son, pero si son todos los que están.

Crisei, el blog por excelencia del género. Rafael Marín Trechera lleva años escribiéndolo, y si no es el primero, si es de los más antiguos y constantes. Dedicado a todas las manifestaciones del género y al cómic, cuenta con un nutrido grupo de seguidores fieles.
Alfonso Merelo, también veterano blogero (y articulista, y cronista, y todo lo que le echen) empezó hace años con Memorando, en el que hablaba de todo un poco, sin embargo ha creado otros blogs de temática más concreta, como Cocinando, dedicado al modo de preparar las tortillas de camarones y demás exquisiteces, y el que lleva camino de convertirse en imprescindible, Desde Tartessos, dedicado en exclusiva a la glosa literaria.

Aburreovejas, (antes Reflexiones de un aburreovejas) blog de Ignacio Illarregui Gárate (Nacho para los amigos) sustituyó a su anterior página personal, el Rincón de Nacho. El aburreovejas cumple a la perfección su papel de diario personal, enumerando vivencias, plasmando reflexiones y mostrando el parecer de Nacho respecto a libros, cómics, etc. También es un buen lugar para estar al tanto de futuras novedades editoriales.
Soria de las palabras, blog de Julián Diez, (ya cerrado) para estar al día de lo que piensa el guru por excelencia del género en España. Habla de periodismo y lo que se cuece en el género a todos los niveles. A éste respecto, el tonillo de suficiencia y paternalismo que despide aconseja tomar con cautela sus palabras.

Fran Ontanaya. Ha hecho un tremendo esfuerzo para que su blog (ahora El mar de las tormentas, antes Las crónicas del tecnomante, mañana, quien sabe) sea navegable sin por ello perder su espíritu de diario. Lo ha conseguido a base de utilizar la misma plantilla en varios blogs de Blogger, aunque si quiere hacerlo crecer, deberán plantearse otro modelo de publicación web. Por el momento, como buen diario, no todo lo que dice tiene mayor relevancia para el resto de los mortales, aunque resulta interesante seguirlo.
Memorias de un friki, donde Ivan Fernández Valbuena se ha mostrado notablemente crítico con algunos tótems casi sagrados, como Minotauro (y su premio) y autores de culto de la última hornada, como Ishiguro. Notables también las reseñas de libros y su informe sobre los subgéneros de la ciencia-ficción.
Preparando éste artículo Enric Quilez Castro anunció su decisión de congelar (aunque no eliminar) su blog, (afortunadamente no fue así) El mundo de Yarhel, una notable colección de reflexiones acerca del género y su estado. Además, Enric había elevado a otra dimensión la tradicional columna de enlaces favoritos y listas de cosas que me gustan o tengo pendientes de hacer de los blogs. Casi cuatrocientas entradas entre enlaces (más de doscientos) y listas varias.

C, el hijo de Cyberdark, el ejemplo más claro de los blogs que han nacido con un concepto acertado en el lugar equivocado. Su intención de convertirse en el referente de la crítica literaria sobre el género se viene abajo en cuanto se intenta navegar por él. Pese a los esfuerzos de Nacho Illarregui su alma mater, por darle una mínima estructura y proveerle de mecanismos de navegación, la infraestructura que ofrece Blogger es inadecuada e insuficiente, sencillamente C no es un diario, es mucho más, con necesidades más amplias y específicas. Si no migra pronto hacia una web adaptada a medida, con la flexibilidad que ello conlleva, puede ser uno de los fiascos más sonados de los últimos tiempos. (Finalmente migró a Joomla con dominio propio, lo que supuso un notable salto cualitativo)
El zoco de Lakkmanda, de Alejandro Caveda, además de vivencias y reflexiones personales, repasa algunas viejas colecciones del género y glosa de todo un poco, desde libros a películas pasando por cómics, importar si son de género o tienen más que ver con la simple aventura.
Firmas, aunque su clasificación como blog, sea discutible, (no nació como tal porque en aquel año 2000 ni se había fijado del todo el concepto) cumple todas las condiciones para serlo: publicación regular, enumeración de vivencias, reflexiones e incluso noticias, por parte de un individuo o un grupo con intereses afines, entradas brillantes, otras irrelevantes, aburridas, o simplemente escritas apresuradamente para salir del paso. En la fecha de publicación de éste informe, seis años en activo, más de trescientos cincuenta artículos de alrededor de sesenta y cinco autores. Por lo que calculo, lo leen todas las semanas del orden de dos mil personas.

Hay muchos más a tener en cuenta, claro, en una rápida enumeración MalaCiencia, de Alfonso de Terán Riva, dedicado a sacar a la luz las inconsistencias tecnológicas y científicas de unos y otros, El cronicón cinéfilo, de J.P. Bango, que si bien se dedica al cine en general presta notable atención al de ciencia-ficción, los blogs de Alfredo Álamo, de índole más personal, como lo es Blogdemlo, de Iván Olmendo, aunque de cuando en cuando también reseñe algún libro o película. Si no se quiere estar consultando continuamente bitácora a bitácora o estar pendiente del lector RSS, David Fernández (si, el Cyber) creó hace tiempo Onanismo Naranja donde se recogen las nuevas entradas de los blogs que, tras el cierre de Cyberdark, crearon muchos de sus antiguos miembros.
Tampoco hay que olvidar los blogs de los propios autores. Aunque algunos no le dan más utilidad que la de otros muchos aficionados (comentarios y reflexiones en general) siempre es posible encontrar relatos o los progresos en la escritura de su última obra. Además de Crisei, tenemos La Fraternidad de Babel, de César Mallorquí, La guarida silenciosa, de Eduadro Vaquerizo, La casa de la Colina Negra, de Jose Antonio Cotrina, o Escrito en el agua, de Rodolfo Martínez. Siempre es interesante seguir los pensamientos de los autores, algo que antes raramente pasaba y que facilita el conocimiento mutuo entre autor y lector.
Lo que es indiscutible es que los blogs se han convertido en la presencia universal en la web, el mecanismo por el que todo el mundo puede gritar lo que quiera y como quiera. Y hasta ser escuchado.
[Revisión del 8 de julio de 2007] Desde que escribí este artículo hace menos de un año han ocurrido varias cosas. Por lo pronto Enric Quilez Castro se echó atrás en su intención de parar la publicación de El mundo de Yarhel y el blog sigue nutriéndose regularmente de interesantes entradas. Julián Díez, en cambio, dio un sonado cerrojazo a Soria de las Palabras. No quedó claro si por aburrimiento o por no ser capaz de admitir según que críticas hacia su forma de entender el mundillo este de los aficionados. En su continua evolución, tanto C, el hijo de Cyberdark, como los blogs de Nacho (Reflexiones de un aburreovejas) y Fran Ontanaya (El mar de las tormentas) pasaron de residir en servicios de alojamientos de blogs a tener dominio propio y hasta cambiar de nombre. Todos estos cambios están ya reflejados en el texto.
Tendencias: los blogs molan, pero menos que el año pasado, ahora lo que mola son las redes sociales (MySpace, FaceBook, etc., etc., etc.,) A ver que es lo que parte el bacalao de aquí a un año.