V DE VENDETTA
V DE VENDETTA EE.UU., 2006
Título original: V for Vendetta
Dirección: James McTeigue
Guión: Andy Wachowski, Larry Wachowski
Producción: Andy Wachowski
Música: Dario Marianelli
Fotografía: Adrian Biddle
Duración: 132 min.
IMDb:
Reparto: Natalie Portman (Evey); Hugo Weaving (V); Stephen Rea (Finch); John Hurt (Adam Sutler); Roger Allam (Lewis Prothero); Sinead Cusack (Delia Surridge); Stephen Fry (Deitrich)

Nos encontramos ante la tercera adaptación cinematográfica de una obra guionizada por el escritor británico Alan Moore, probablemente la mejor de todas. Moore­ ha dicho que no quiere tener ninguna relación con la película, declarando que se pierde todo el mensaje anarquista de su creación. No sé si esto es cierto, pero resulta innegable, como dice un buen amigo mío, que es una versión edulcorada de la novela gráfica en que se basa.

Así, si no hay dudas de que las escenas de destrucción son espectaculares y tienen mucha más fuerza que en el cómic, los asesinatos, con la única excepción del de la doctora Delia Surridge (Sinéad Cusack) se resuelven demasiado rápidamente y desaparecen las conversaciones que V (Hugo Weaving) mantiene con sus víctimas, probablemente lo mejor de la novela gráfica. No obstante, muchos diálogos se han respetado prácticamente hasta la última coma.

Un cambio bastante importante es la forma en que los fascistas consiguen el poder. La escogida en el film, con evidentes reminiscencias de LA VENGANZA DE LOS SITH y EL MANIFIESTO NEGRO (la película, no el libro) es ciertamente interesante y da buenas explicaciones de ciertos aspectos no muy claros en el cómic, como el cierre del metro londinense.

Pero, en cambio, el colapso del estado a causa del cataclismo climático, consecuencia de un conflicto nuclear, y la llegada al gobierno de grupúsculos de extrema derecha hasta entonces inofensivos, tiene alguna cosa que está muy bien. Por otro lado, ha sido una buena idea reconvertir Gordon Dietrich (Stephen Fry) el hombre que acoge a Evey a medio metraje, en un presentador de éxito. Es el único momento distendido de la película, incluso parte del público reía. Buen papel el de este actor.

Los personajes del inspector en jefe de Scotland Yard, Eric Finch (Stephen Rea) la doctora Delia Surridge y Peter Creedy (Tim Pigott-Smith) el jefe del Dedo, la policía política, están bien retratados, y parecen sacados directamente de la novela gráfica. En cambio, la parte de Dominic (Rupert Graves) ayudante de Finch, probablemente a causa de los inevitables recortes del guión, está un poco desdibujada.

No es lo único desdibujado, valga la redundancia, muchos aspectos que en el cómic son explícitos, cómo la escucha de las llamadas telefónicas, sólo se sugieren en el film. Para quien no conozca el cómic son detalles que pasarán inadvertidos, pero pueden resultar molestos para los lectores de la obra original. No es el caso de la manipulación informativa, que está excelentemente tratada.

En cuanto a los personajes principales, V y Evey Hammond (Natalie Portman) ambos hacen un buen trabajo, aunque el cambio de la relación paterno-filial de la novela gráfica a una de pareja en la película no acaba de convencer. Pero volviendo a las actuaciones, la mejor sin duda es la de Weaving. Con una máscara tapándole siempre la cara, consigue sacar un gran partido a los elementos interpretativos que le restan, las manos y a la voz, consiguiendo transmitir al espectador como se siente en cada momento.

Portman lo tenía mucho más fácil. Construye perfectamente la evolución que experimenta Evey, desde una chica asustadiza a una mujer segura de si misma y capaz de todo. Todo esto hace pensar que la actriz ha estudiado la obra de Moore­, ya que interpreta perfectamente el personaje. Su actuación sólo está ensombrecida por varios errores de continuidad e inconsistencias de guión o montaje, como el que después de que le afeiten la cabeza, más adelante, cuando aparece de nuevo tras una ausencia de algunos meses, el pelo no le ha crecido ni un centímetro.

No puede faltar una mención al Líder, Adam Sutler (John Hurt). Perfectamente caracterizado de malo (perilla incluida), es el antagonista de V. Pero la suya es una figura lejana, que aparece contadas veces para escuchar los informes y transmitir instrucciones a sus subordinados, que son los que llevan el peso de la acción. En la mejor tradición del Gran Hermano de 1984, se le ve prácticamente siempre con expresión agriada en una gran pantalla desde la que domina a sus interlocutores.

El resumen más acertado de todo lo dicho hasta ahora es que nos encontramos ante una buena película que ha modificado muchos aspectos del cómic en que se basa, algunos de ellos muy importantes, pero manteniendo el espíritu del original. Sobre cual de las dos obras es mejor, es ya cuestión de gustos.

© Carles Quintana i Fernández,
(732 palabras) Créditos Créditos