ALIEN, EL OCTAVO PASAJERO
ALIEN, EL OCTAVO PASAJERO EE.UU., 1979
Título original: Alien
Dirección: Ridley Scott
Guión: Dan O´Bannon
Producción: 20TH Century Fox
Música: Jerry Goldsmith
Fotografía: Derek Vanlint
Duración: 117 min.
IMDb:
Reparto: Tom Skerritt (Dallas); Sigourney Weaver (Ripley); Veronica Cartwright (Lambert); Harry Dean Stanton (Brett); John Hurt (Kane); Ian Holm (Ash); Yaphet Kotto (Parker); Bolaji Badejo (Alien); Helen Horton (Madre)
Dan O´Bannon
Dan O´Bannon

La idea original del film se debe a Dan O´Bannon, que había escrito un guión sobre un ser extraterrestre que se introduce en una nave espacial y va eliminando uno a uno a sus tripulantes. O´Bannon se inspiró en una leyenda de la II Guerra Mundial, sobre una especie de Gremlins (por llamarlos de algún modo) que se introducían en un bombardero B-17 en pleno vuelo, averiándolo y matando a los aviadores. La 20th Century Fox poseía los derechos de ese guión y quería hacer una película sobre el tema. Los directivos de la Fox habían pensado que la dirigiera Walter Hill, pero cambiaron de idea y se pusieron en contacto con Ridley Scott, que acababa de dirigir su primera película, LOS DUELISTAS (THE DUELISTS, 1977) y que acababa de rechazar un proyecto de la Paramount basado en la leyenda medieval de Tristán e Isolda, ya que se asemejaba demasiado a su primer trabajo, tanto en su ambientación como en su cariz intelectual.

El guión de ALIEN tuvo que ser reescrito por David Giler y Walter Hill, pues contenía, a juicio de los productores, demasiadas referencias a producciones de la clásica Serie B de los años cuarenta y cincuenta. El guión modificado encantó a Scott, que aceptó el encargo de inmediato. Hubo que seguir perfilando el guión, pues Scott consideró que algunas de las ideas de O´Bannon eran demasiado excéntricas. Las excentricidades de O´Bannon incluían una colosal pirámide, en la cual era localizado el alien, el empleo de hologramas por los tripulantes de la nave y una especie de Triángulo de las Bermudas espacial.

O´Bannon había imaginado una tripulación masculina, pero tanto Scott como los productores decidieron incluir al menos un par de personajes femeninos, lo que a la larga redundaría en el éxito del film. Ripley era un hombre en el texto de O´Bannon, y debía ser interpretado por Tom Skerrit, que acabaría haciendo el papel del capitán Dallas. La conspiración urdida por La Compañía, utilizando a la computadora Madre, y al robot Ash, no existía en el guión original de O´Bannon, y su inclusión en el relato aumentó extraordinariamente el interés del mismo.

Ridley Scott
Ridley Scott

La nave se iba a llamar Snark, como en el texto de O´Bannon. Ridley Scott, gran admirador del escritor Joseph Conrad, decidió llamarla Nostromo, título de una de las novelas más famosas de dicho autor, al que ya había adaptado en su primera película.

Estaba previsto incluir una escena en la que Ripley y Dallas hacen el amor, pero Scott renunció a filmarla para tratar de minimizar la censura en la medida de lo posible, pues, como es sabido, las películas con escenas sexuales demasiado explícitas, aunque no sean filmes pornográficos, llevan una calificación especial en los EE UU.

Se eliminaron varias escenas, algunas porque ralentizaban la acción del film y otras porque, una vez rodadas, se comprobó que eran incongruentes con la trama. Una de las escenas eliminadas mostraba al alien de cuerpo entero, encogido en el suelo, acercándose agachado para atacar a Lambert. Aunque era una escena muy impactante, fue eliminada porque Scott quería mantener en secreto el aspecto completo del ser hasta el final. Esta toma fue recuperada, como material adicional, en la edición en DVD.

Bolaji Badejo, un universitario nigeriano de dos metros de alto, interpretó al alien. Su nombre es prácticamente desconocido entre la mayoría de los seguidores de la saga, a pesar de haber hecho célebre su extraordinario disfraz.

Hans Rudi Giger
Hans Rudi Giger

Hans Rudi Giger, pintor surrealista suizo, se ocupó de crear los diseños de la criatura, los de las naves y sus interiores y el relieve de la luna LV-426.

La banda sonora de ALIEN es de Jerry Goldsmith, afamado compositor responsable de la música de numerosas películas. No obstante, por decisión de Scott se añadieron temas adicionales de Mozart (Eine kleine Nachtmusik) y Howard Hanson (Sinfonía Romántica nº 2) Como dato curioso, debe señalarse que seis años después de ALIEN, cuando Scott dirigió LEGEND, suprimió la banda sonora de Goldsmith y la sustituyó por música de Tangerine Dream, con la intención de que fuera más comercial en su estreno en los EE UU.

El final de la película no es el que Scott quería rodar. En el final imaginado por el director, Ripley moría en los últimos segundos del film, cuando la criatura le arrancaba la cabeza de un mordisco.

Aunque optaba a varios Oscars, ALIEN sólo recibió un premio, el de Efectos Visuales, que fue entregado por Harold Russell y Farrah Fawcett a H. R. Giger, Brian Johnson, Carlo Rambaldi, Nick Allder y Denys Ayling. Rambaldi ya había obtenido un Oscar por su trabajo en el KING KONG de John Gillermin. Brian Johnson, por su parte, era el creador de los FXs de la mítica serie Espacio 1999.

ALIEN, EL OCTAVO PASAJERO, recaudó más de cuarenta millones de dólares en EE UU, y más de doscientos millones de pesetas en España. Se estrenó en nuestro país el 25 de septiembre de 1979 en los cines Florida y Montecarlo de Barcelona, y al día siguiente en las salas Carlton y Luchana de Madrid.

© Antonio Quintana Carrandi,
(853 palabras) Créditos

Ripley
Ripley

ALIEN, EL 8º PASAJERO. (EN EL ESPACIO NADIE OIRÁ TUS GRITOS). Algo así rezaba el cartel publicitario que podía ver todos los días del invierno de 1979 al ir al colegio. La película no era tolerada para todos los públicos, así que tuve que esperar unos diez años a la reposición.

En cuanto a la fortuna de este título tan complejo, yo me quedo con ALIEN, simplemente. Lo del 8º pasajero, me suena a turista que se cuela en la clase bussines de un avión de Aerolíneas Argentinas en plena huelga del personal de la compañía. También sospecho que un título tan corto, como no fue traducido, tuvo que ser alargado innecesariamente. Lo de los gritos en el espacio, parece ser una costumbre cinematográfica que intenta aclarar el espíritu del argumento y que se da en casi todas las propagandas del cine actual (incluido el autóctono, no crean). Superfluo toque de marketing que a mí no me gusta.

Giger
Giger

Alien significa alienígena, sin más. En anglosajón, ilegal alien significa, en términos coloquiales, inmigrante ilegal (óigase la canción del grupo Génesis­ de igual título). Y el alienígena cinematográfico por excelencia es este extraño ser gigante (en su madurez) de color negro, mezcla de escorpión, escarabajo, humanoide y pantera, ideado por el suizo H. R. Giger. No ha podido ser desbancado por Predator ni por Los Ewoks, ni por el monstruo de RELIC, ni por los insectoides de STARSHIP TROOPERS, ni siquiera por el metamorfo de SPECIES (también diseñado por Giger).

Creo que Alien tan solo puede ser comparado, en términos de fama, con E.T. Solo que son antítesis, polos opuestos de distintas concepciones.

El E.T. de Steven Spielberg es el prototipo de foráneo que exalta el lado bueno de la humanidad y que perfectamente podría ser socio fundador de la ONG Extraterrestres sin Fronteras. Aunque un tanto bobalicón e inocente es civilizado, sentimental, social e incluso capaz de practicar la autoinmolación en beneficio de un extraño. Tiene todos los ingredientes de un buen cristiano, quizás demasiado puro, demasiado santo.

Boceto
Boceto

El ALIEN de Ridley Scott es la némesis del anterior. Es Darwiniano 100%. Nace, crece, se reproduce y muere. Es un animal que hará todo lo posible por sobrevivir. Carece de sentimientos, de escrúpulos y de sentido del humor. Aunque no de inteligencia o más bien de instinto de supervivencia hiperdesarrollado. Tiene varias fases de crecimiento, que van desde el huevo que permanece en estado latente, pasando por la larva parásita que se desarrolla en el sistema de un ser vivo cualquiera, la metamorfosis en cría después de un remedo de parto y el desarrollo adulto del animal, que estará biológicamente preparado para reproducirse. Su carácter es en extremo agresivo, posee mecanismos de defensa y ataque que hacen que el propio animal sea un arma letal en sí mismo. Pero su espantosa morfología no está destinada a matar por deporte, sino a la supervivencia y la reproducción. Es por ello que Alien es también demasiado puro, demasiado bestial.

Después de esta presentación, permítanme hablarles un poco del diseño, decorados y ambientación de la película. En general, el resultado final es obra del ya mencionado H. R. Giger. Pintor, escultor, dibujante y diseñador de prestigio. Su temática principal se basa en un gusto por lo gótico y macabro, que cómo el mismo reconoce está influenciado por la obra de H. P. Lovecraft y su NECRONOMICÓN. A mí me parece un tanto monocromista y repetitivo, pero reconozco que para el ambiente general de la película es ideal.

En un principio, el proyecto del diseño iba a ser desarrollado por el gran dibujante Moebius, bastante menos tétrico y mucho más colorista. Sin embargo y si no me equivoco, su participación se quedó en el diseño del traje espacial de los tripulantes y algo del decorado del interior de la nave. Su nombre ni siquiera aparece en los títulos de crédito.

Más bocetos
Más bocetos

En definiva, Giger se quedó con la práctica totalidad de la ambientación, decorados y diseño de la criatura, por lo cual recibió un Oscar de la academia estadounidense.

En cuanto al argumento, algún estudioso no duda en asegurar que está basado en el libro de Joseph Conrad, LA LÍNEA DE SOMBRA. Bien, para desmentir esa afirmación no hay más que compararlo con otra película. APOCALYPSE NOW, de Francis Ford Coppola, esta sí es una adaptación, aunque muy libre, del libro EL CORAZÓN DE LAS TINIEBLAS, también de Conrad. El guión sigue de manera lineal algunos puntos argumentales claves en el libro. Pero he tenido que leer LA LÍNEA DE SOMBRA para darme cuenta que no ocurre lo mismo con ALIEN. No existe dicha linealidad argumental. En el libro, un oficial novato recién ascendido es encargado de capitanear un barco. Casi todo le sale mal. El buque está en un estado lamentable, la tripulación enferma y para colmo embarrancan con pocas posiblidades de rescate. La intención de Conrad es sobre todo intentar explicar lo mal que se pasa cuando uno es obligado por la dureza de la vida a dejar la irresponsable juventud y entrar de lleno en la responsable madurez. Que yo sepa, nada de esto ocurre en la película. Lo que sí es verdad es que tiene elementos aislados que homenajean al escritor. La nave espacial se llama Nostromo y el espíritu general puede compararse con uno de los viajes llenos de peligros y aventuras del escritor. Pero nada más. ALIEN es un guión original, y por cierto, muy bueno, escrito por Dan O´Bannon.

La Nostromo es una nave espacial mercante que está de vuelta a la Tierra con un cargamento de minerales. Pero antes de llegar, Madre, la computadora de a bordo detiene la travesía ante un planeta que no formaba parte de la ruta. La escena inicial, con la nave vacía, los sistemas automáticos despertando y apenas el movimiento de algunos papeles es tan inquietante como fascinante. Cuando la tripulación es reanimada, cree estar en órbita terrestre, pero no es así. Todos se preguntan qué ha ocurrido y qué hacen allí.

La Nostromo
La Nostromo

Según informa el ordenador al capitán Dallas, se han recibido unas señales de socorro de una nave que parece haberse estrellado en un planeta cercano. Debido al reglamento de navegación, toda nave en tránsito está obligada a prestar ayuda a otra que lo solicite. Uno de los pilotos comprueba que la nave accidentada emite una señal, pero que pueden identificarla como un S.O.S. En realidad ni siquiera pueden saber que significa, puesto que no conocen ese tipo de transmisión. Después de una breve discusión entre la tripulación de naturaleza más económica que humanitaria, deciden bajar al planeta e identificar la señal.

Efectivamente encuentran una nave gigantesca y al parecer accidentada hace mucho tiempo. Pero no han visto nada parecido en su vida y por lo que pueden observar desde el exterior no es de origen terrestre. Los tres expedicionarios enviados a investigar la nave, picados por la curiosidad, deciden aventurarse en su interior.

Dentro de la extraña nave las cosas, en vez de aclararse, se complican. La estructura es inaudita. Está formada por galerías que más que artificiales, parecen biológicas. Caminando con dificultad entre ellas dan a una sala enorme que sin duda es el puente de mando, donde descubren un ser gigante, fosilizado, sentado frente a algo que parece ser un telescopio o tablero de control. Observándolo de cerca comprueban que su caja torácica ha estallado desde dentro, pero asegurar la razón de porqué ha ocurrido eso es mera especulación.

Un danmificado
Un danmificado

Mientras dos de los exploradores miran fascinados el espectáculo, Kane, uno de los pilotos descubre una abertura que va a dar a una enorme caverna. En ella descubre miles de huevos. Tropieza y cae entre ellos, encontrando uno que parece estar... ¿vivo? Se acerca a él y este se abre como una flor. Al mirar en el interior algo que estaba dentro salta a la cara del astronauta, rompe el visor del casco y se le queda adherido al cráneo. Los compañeros de Kane, alarmados, rescatan su cuerpo inconsciente y lo llevan a toda prisa de vuelta a la Nostromo.

De regreso en la nave, se produce una discusión entre el capitán Dallas y Ripley, la segunda en el mando, que se ha quedado a bordo y no quiere que nada extraño entre en su transporte sin que haya pasado una cuarentena. El conflicto lo resuelve Ash, el oficial científico, que abre las compuertas sin autorización. Trasladan al accidentado Kane al laboratorio para averiguar que le ha ocurrido. Comprueban que tiene un ser aferrado al cráneo con una larga cola que rodea su garganta. Deciden quitárselo, pero al cortar una de las patas del animal este estrangula a su anfitrión soltando además un espectacular chorro de ácido que perfora varias cubiertas hasta que se diluye. Para evitar que el extraño ser mate a Kane, deciden no hacer nada más, dejándolo en observación hasta que decidan que hacer con el paciente.

El resto de los tripulantes se encuentran muy alterados por los acontecimientos y olvidan la misión de rescate, decidiendo alejarse cuanto antes de ese planeta, evidentemente hostil. En el ínterin, Kane se despierta. El parásito se le ha desprendido de la cara y dice encontrarse bien, o al menos vivo. Todos se felicitan de su restablecimiento y se disponen a comer un poco antes de ser congelados de nuevo para reemprender su viaje a la Tierra. Mientras comen, entre bromas y conversaciones sobre el incidente, se produce una de las escenas más famosas de la historia del cine. Kane comienza a encontrase mal, vomita la comida y de repente empieza a tener convulsiones. Sus compañeros le ponen encima de la mesa e intentan sujetarle. Kane siente terribles dolores y comienza a proferir aterradores alaridos. Los tripulantes no saben que le ocurre, hasta que en medio de vómitos de sangre y movimientos espasmódicos se produce una caricatura de parto.

Kane
Kane

El estómago de Kane estalla hacia fuera y de su interior sale un ser diminuto y horrendo, que les mira a todos con ferocidad y huye velozmente hacia una de las compuertas de ventilación. Todos se quedan estupefactos y paralizados por el horror. Todos menos Kane, que yace muerto en la mesa.

Entre los tripulantes de la Nostromo tenemos un nuevo miembro. Los seis humanos se dividen en bizantinas discusiones sobre si hay que localizar y destruir al polizón o conservarlo para su estudio y llevarlo a la Tierra. El capitán Dallas consulta a Madre que decisión tomar, pero esta dice no tener suficientes datos. El oficial científico estudia en su laboratorio la estructura del parásito primigenio y se fascina con su morfología de animal superviviente. Sin embargo se hace mayoritaria la idea de eliminar al extraño, para ello improvisan algunos lanzallamas y picas eléctricas, pero durante la operación, Brett, uno de los técnicos, es capturado y muerto por el intruso.

La situación se hace desesperada, deciden entonces acorralarlo cerrando las escotillas de ventilación. Dallas se responsabiliza de la operación y armado con un improvisado lanzallamas (se supone que todo animal tiene un natural miedo al fuego) se introduce en los conductos del sistema. No sobrevive al intento.

La nécora
La nécora

Lo que les desconcierta es que el animal no deja rastros de sangre, ni encuentran ningún cadáver. Mientras tanto Ripley descubre por Madre que Ash es un traidor encargado por la compañía contratante de transportar al alienígena a la Tierra, para incorporarlo a su división de armamento, aún a costa de las vidas de los tripulantes. Después de una difícil pelea y eliminado por fin el factor Judas ¡que ni siquiera es humano! los supervivientes deciden destruir la nave con el monstruo dentro. Ellos se trasladarán a una lanzadera auxiliar en la que huirán de la Nostromo.

Durante los preparativos el Alien vuelve a atacar y mueren todos menos Ripley, que ya ha activado el sistema de autodestrucción. Tiene pocos minutos para abandonar la Nostromo, pero con el apresuramiento ha olvidado evacuar a su gatito. Ripley vuelve al rescate armada con un lanzallamas y con el Alien pisándole los talones Es memorable la escena en la que el Alien encuentra primero al gato y lo mira de manera curiosa, sin causarle ningún daño. ¿Un pariente lejano? ¿La comprensión de que no representa ninguna amenaza para él? Quién sabe.

Ripley consigue rescatar a su mascota y se introduce en la lanzadera. La explosión de la Nostromo inunda de luz y de esperanza a la única superviviente de esta aventura. Una vez acomodado el gato, se desviste para introducirse en la cápsula criogénica. Ya semidesnuda, descubre que, camuflado entre los instrumentos de la lanzadera, se ha ocultado el Alien. Éste parece agotado, como si ya hubiera cumplido su ciclo vital y estuviera al borde de la muerte, pero ello no impide que Ripley, aterrorizada, esté dispuesta a acabar con él sin entrar a valorar esa posibilidad.

Un cabrón
Un cabrón

Dentro del armario donde se guarda el traje espacial se produce una escena memorable de anti-streaptease. Ripley se introduce en el traje al borde del histerismo, se arma con un arpón y ya aislada y afianzada ante los mandos de la cápsula de salvamento, se dispone a abrir la escotilla de entrada. Perseguida por su némesis consigue abrir la compuerta y el aire escapa creándose el vacío. El Alien sale despedido por la succión, pero se agarra al marco de la compuerta. Ripley le dispara el arpón y el alienígena es lanzado al espacio. Ripley cierra la compuerta, pero vemos como el persistente animal intenta colarse de nuevo entre los reactores de la lanzadera. La superviviente humana enciende entonces los motores y la combustión aniquila por fin al molesto octavo pasajero.

Hay que destacar el patetismo de la imagen del pobre animal, flotando desamparado en el espacio, a punto de morir después de tantos esfuerzos.

Esta película es una obra maestra de la ciencia-ficción, que mezcla con éxito este género con el de terror. La ambientación es tremendamente oscura y de tempo lento. Hay que decir que Scott no abusa de las apariciones del Alien (en realidad sale muy poco y en planos cortos) con lo que se gana en misterio y suspense. Los actores están magníficos en sus interpretaciones y eso de dejar a la Sigourney Weaver como protagonista final es un acierto sin precedentes. Una película por la que no ha pasado el tiempo a pesar de los años transcurridos y de inexcusable visionado (a ser posible más de dos veces) para aquellos que disfrutamos no sólo de este género, si no del BUEN CINE, así, con mayúsculas.

Cónclave
Cónclave

Sugerencias: La continuación de la saga ha hecho que además de las cuatro películas, se hayan producido comics, libros, páginas web y juegos de ordenador. Al ejército de fans producido por la fiebre ALIEN he de decirles que les respeto profundamente, pero que no comparto su desmedida afición. Tan solo me gustó ALIENS de J. Cameron y eso que pienso que abusa de aliens y de espíritu militarista. También me gustó el juego de ordenador Alien vs. Predator­ (de la productota Fox), tremendamente divertido. Pero el resto me parece un alargamiento innecesario y abusivo del personaje. A pesar de todo tengo que agradecer a la página web de H. R. Giger y la página monotemática de las películas de la 20th Fox, de las cuales he sacado las imágenes que pueden ver.

Pero sobre gustos sigue sin haber nada escrito, así que, de todos modos, gracias ALIEN.

El Bicho

En mi tabla mágica de los cinco elementos: Inteligencia (I), Curiosidad (C), Lenguaje (L), Imaginación (II) y trato de lo desconocido (D), la puntuación es:

ALIEN: I (10), C (9), L (9), II (10), D(10)

© Manuel Nicolás Cuadrado,
(2.601 palabras) Créditos

Anoche, en un ejercicio de rememoración nostálgica (algo que suelo hacer de vez en cuando, no creáis) me propuse revisitar/revisionar el primer ALIEN, aquel film que revolucionara la estética de la ciencia-ficción prospectiva a costa de mezclar, en poco menos de dos horas, arquetipos provenientes de a) la monster movie de serie B, b) del género de naves espaciales de atmósfera densa (IT! THE TERROR BEYOND SPACE de Edward L. Cahn), c) del slasher de mediados/finales de los 70 (LA MATANZA DE TEXAS, LAS COLINAS TIENEN OJOS), d) del terror psicológico en su modalidad claustrofóbica (SOLA EN LA OSCURIDAD), e) del cine de parásitos alienígenas (LA INVASIÓN DE LOS LADRONES DE CUERPOS), f) del art-escenic previo a la eclosión del cyberpunk, g) de la arquitectura orgánica de aires lovecraftianos inspirada por Giger...

Retazos de cine corporativo-minero, inteligencia artificial, androides al servicio de la empresa, acción pirotécnica, sustos in fade, animal attack movies, vampirismo subrepticio, monstruos ocultos entre las sombras, ecos al Joseph Conrad de EL CORAZÓN DE LAS TINIEBLAS (que tanto inspirara a la generación de los 70)... definen, en fin, esta película extraterrestre, rara avis en la filmografía del cineasta británico, ejemplo paradigmático de lo bien que pueden conjugar el terror más abstracto con la ciencia-ficción al uso.

Fruto de la imaginación de un cinéfilo compulsivo como Dan O´Bannon el guión de ALIEN le sobrevino como una nueva vuelta de tuerca a su primer film, DARK STAR (escrito en colaboración con John Carpenter), trasladando los postulados cómico-paródicos de aquélla a vertientes más próximas al cine de terror (un grupo aislado acechado por un depredador asesino) El guión, claro, se le fue de las manos y pasó de una productora a otra, incluyendo la de Roger Corman, hasta que su compañero de fatigas Ron Shusset contactó con Walter Hill y David Giller y, con ello, consiguieron dar continuidad a un proyecto que a medida que tomaba forma y cuerpo se iba sofisticando y encareciendo.

La elección del director, sin embargo, sería aún más complicada toda vez que el propio Walter Hill, Robert Aldrich, Jack Clayton o Peter Yates se habían negado a firmar una monster movie espacial preñada de efectos especiales y con cierto tufillo a subgénero de consumo. Ridley Scott, director de spots publicitarios que había presentado su ópera prima en Cannes, LOS DUELISTAS, aceptaría el encargo de dirigir ALIEN para promocionarse dentro del entramado hollywoodiense. Un encuentro con Giger, a quien Dan O´Bannon había conocido mientras preparaba con Alejandro Jodorowsky una adaptación de DUNE, dotaría al film de una textura orgánica inconfundible y de un monstruo, en verdad, singular, temible y fascinante.

Un equipo artístico completado por Moebius o Carlo Rambaldi, culminaría una obra que, gestada desde presupuestos mercantiles y morales próximos a la Serie B, acabaría convirtiéndose en la cinta de culto notable y vanguardista que hoy muchos admiramos, en el origen de una saga galáctica heterogénea, visualmente seductora, conceptualmente generosa, dotada de un ritmo contemplativo y una intriga creciente, un talante descriptivo pero nada rutinario, ajeno a la previsibilidad y al adocenamiento, donde los personajes se sumergen en el auténtico corazón de las tinieblas, en el hábitat de una bestia insana, y acaban devorados por su apetito inapelable, por un instinto mutante y superviviente que, imaginamos, le ha servido para perpetuar su especie ad eternium...

Su primera hora, en fin, seguirá siendo y por mucho tiempo, uno de los planteamientos más sugerentes de la ciencia-ficción contemporánea.

© J. P. Bango, (581 palabras) Créditos Créditos
Publicado originalmente el 7 de junio de 2005 en El cronicón cinéfilo