
Individuos nacidos para cambiar el mundo (AKIRA); víctimas de proyectos financiados por los militares (HULK), resistentes marcianos expuestos a la radiactividad (DESAFÍO TOTAL), eslabones perdidos de una cadena evolutiva, con branquias y poco pelo (WATERWORLD); neo-razas del nuevo milenio con problemas de identidad (X- MEN), enamorados de la moda cyberpunk y los piercings (TETSUO), hijo de periodista amiga de los artrópodos (LA MOSCA II), los mutantes han aparecido en el cine prospectivo cada vez con mayor profusión, como si quisieran hacerse un hueco temático en el que poder mover a sus anchas sus cuerpos degradados y sus dudas existenciales.

Pero van a ser, sin duda, los disciplinados y no tan disciplinados habitantes de la comuna de Xavier, los X-Men, quienes mejor representan a estas alturas, a los mutantes del nuevo milenio. Amenaza constante para el resto de los humanos, individuos dotados de poderes sorprendentes, los mutantes de X-Men tendrán, sin embargo, una infancia acomplejada y un presente incierto y, sobretodo, se verán en la obligación moral de integrarse en uno de los dos grupos que, en ese futuro planteado, se encuentran en contienda: los que están con los humanos normales y los que están contra ellos. La eterna dicotomía, como veis.