De entre las muchas películas para adolescentes norteamericanos que existen, desde la inefable PORKY´S hasta la inenarrable NO ES OTRA ESTÚPIDA PELÍCULA AMERICANA, siempre he tenido claro lo que sus argumentos querían decir: nada.
DONNIE DARKO podría incluirse dentro de este tipo de películas, pero como su némesis. Tal vez por eso esté siendo actualmente incluida en ese extraño tipo de filmografía conocida como película de culto.
A ver si me entienden, no es que esta película sea una obra maestra, pero al menos tiene ciertos componentes que pretenden decir algo. Al menos algo más que sus predecesoras en el subgénero del descerebramiento absoluto y esto siempre sorprende gratamente.
Y dentro de las cosas que pretende decir, hay elementos de ciencia-ficción. Sí queridos amigos, no se asombren ante tamaña pretensión.
Donnie Darko es un adolescente enmarcado en el año 1988 que está desarrollando una personalidad esquizofrénica paranoide. Además presenta cuadros de sonambulismo y se despierta en lugares extraños. Por lo demás es un chaval normal de familia de clase media que va al instituto, saca buenas calificaciones, tiene un par de amigos y se enamora de la chica nueva que llega de otro estado.
Toda la historia se complica aún más cuando Donnie comienza a tener alucinaciones en las que una persona disfrazada de conejo de pascua y con careta de cráneo descarnado le anuncia el final del mundo en la noche de Halloween.
A partir de aquí y afortunadamente, esta críptica historia no se centra solo en el anormal comportamiento del muchacho que por un lado se deja llevar por completo por sus propias alucinaciones y por otro acude puntualmente a su psiquiatra para curar su enfermedad, en un patético intento por ser aceptado por su familia y por su sociedad. También se ofrece una auténtica galería de monstruos entre los que destacan la histérica y maligna profesora adicta a los programas de auto ayuda (tan de moda en Norteamérica), el mismo socio fundador de esa secta de auto ayuda que bajo su capa de seguridad esconde una oscura afición, los psicóticos matones de instituto, la adolescente sensible, gorda y acomplejada, la novia con tremendos problemas familiares, dos profesores comprometidos con su vocación pero incapaces de soportar la pérdida de su estabilidad en el empleo y en fin, toda una retahíla de personajes al cual más extraño y esquizoide.
Se estarán preguntando ustedes que tiene este argumento de ciencia-ficción, y si no les habré engañado con patrañas para que se lean este rollo patatero. Tranquilos amigos, que algo hay. En el transcurso de la historia, Donnie y su novia desarrollan una teoría sobre la posibilidad de viajar al pasado y cambiarlo. El profesor de ciencias les regala un libro: LA FILOSOFÍA DE LOS VIAJES EN EL TIEMPO. A través de su lectura y gracias a su interpretación, el final de la historia puede tener algún sentido. Pero no pretenderán que se lo cuente todo, tendrán que verla para sacar conclusiones.
En definitiva, una visión de la sociedad estadounidense de interpretación ciertamente novedosa, que sin ser profunda ni veraz, al menos sí es surrealista e interesante.
Recomendaciones: La escena en la que el protagonista habla con su alucinación mientras está en el cine viendo POSESIÓN INFERNAL. Donnie le dice a su alucinación: ¿Porqué estás disfrazado con ese ridículo traje de conejo? Y esta le responde: ¿Porqué estás disfrazado con ese ridículo traje de humano?
Y por supuesto también les recomiendo la música. Esas evocadoras melodías de los años 80.
Nota importante: No se asusten por la presencia de Patrick Swayze y Drew Barrymore en el reparto. Ni el primero sale repartiendo mamporros ni bailando Lambada ni la segunda sale haciendo el imbécil como le es habitual. Incluso hasta diría que están bastante bien en sus cortas actuaciones (Dios mío, pero que estoy diciendo).