Texto de la contraportada
Como UNIVERSO DE LOCOS de Fredric Brown, o las novelas y cuentos de Robert Sheckley, ¿QUIÉN ANDA POR AQUÍ? es una muestra excepcional de lo que puede ser una ficción científica que incluya entre sus ingredientes principales el humor y la comicidad. Warren Peace se ha alistado en la Legión Espacial para olvidar, para que le borren la memoria. Pronto descubrirá que se ha equivocado, y emprende entonces una larga búsqueda, yendo de un lado a otro entre extraordinarios personajes y situaciones insólitas, intentando recuperar el tiempo perdido.
Sin duda Bob Shaw tenía ganas de pasar un buen rato cuando escribió ¿QUIEN ANDA POR AQUÍ? (WHO GOES HERE?) Por lo pronto el título ya se las trae. Es el del célebre relato de John W. Campbell que inspiró la no menos célebre película EL ENIGMA DE OTRO MUNDO y su remake LA COSA. Por lo que he leído por ahí nadie tiene claro si la intención de Shaw era realmente parodiar el relato de Campbell, el argumento no se parece para nada, o se trataba de una broma más allá de unos y otros comentaristas.
El caso es que la novela trata de las aventuras de Warren Peace, un legionario espacial que lucha en guerras que ni entiende ni le convencen. En el futuro imaginado por Shaw existe la Legión Espacial (no confundir con la Legión del Espacio), un a modo de Legión Extranjera que permite a sus reclutas desaparecer
evadiendo su pasado. De hecho, se les borra la memoria para que no guarden el menor recuerdo de quien eran ni porqué están allí pegando tiros.
Pero a Warren no le convence la situación, y muy pronto decide que aquello no es para él. Una de las cosas que sorprende de la Legión Espacial es la mínima instrucción que reciben los reclutas, gracias a los métodos hipnóticos usados para borrar recuerdos y unos implantes que permiten a los oficiales dar órdenes sin que los reclutas pongan la menor objeción. Warren, es bastante espabilado, consigue averiguar como funcionan los implantes, anular el suyo, y escapar... hacia el pasado en una máquina del tiempo.
El tono de la novela está entre lo psicodélico y lo naif. Por ejemplo, el retrato de los oficiales es una parodia de los ya muy parodiados oficiales del ejército británico, todo seriedad y rigidez. Otros personajes que destacan son los Oscar, una especie de policía musculosa recubierta de bronce... lo que les hace obvio el mote.
Pero la novela también tiene un cierto aire filosófico cuando Warren se pregunta quien había sido él en el pasado y que terribles sucesos le habían llevado a alistarse en la Legión y borrarse la memoria, aunque esto le dura poco porque entre el volar de los disparos tiene poco tiempo para reflexionar.
En realidad más que una historia unitaria la novela es una sucesión de ideas y situaciones cómicas con un hilo argumental muy débil. En general se puede entender como una sátira del estamento militar, de sus usos y costumbres, y también de las tradiciones familiares y los herederos tarambanas, aunque algunos de las parodias no resultan muy originales, como el hecho de que los militares sean corruptos e incompetentes, entregando a los soldados equipamiento insuficiente o que sencillamente no funciona. La visión de la Tierra como Imperio capitalista tampoco es que sea una idea especialmente brillante, remarcando los tópicos de siempre.
Para lo que se vende hoy día ¿QUIEN ANDA POR AQUÍ? Es una novela realmente corta, apenas 170 páginas, lo que, según he investigado, venía a ser la longitud media de las novelas de Bob Shaw. Como Warren siempre parece estar corriendo delante de alguien, el ritmo es vivo, y el hecho de que haya viajes temporales por medio no significa que la trama se enrede, de hecho, consigue que sea bastante coherente. Como es de esperar, los personajes están apenas perfilados, ni siquiera el protagonismo de Warren le da ningún privilegio al respecto.
La cuestión es que ¿QUIEN ANDA POR AQUÍ? no deja de ser una novela divertida y desenfadada, se lee con rapidez y lo contenido de su extensión significa que no acaba aburriendo por saturación
. Recomendable.
Bob Shaw no es un autor de ciencia-ficción de primera línea. No obstante tiene algunas obras que son muy buenas como la trilogía de LOS ASTRONAUTAS HARAPIENTOS. Esta obra que reseño aquí no es de las mejores de su autor, aún así se deja leer con agrado. Por su temática y como advierte la solapa del libro se puede asimilar a otras obras de Fredric Brown o de Robert Sheckley, maestros de la ciencia-ficción humorística.
Warren Peace, el protagonista de esta obra, se alista en la legión espacial, con la memoria borrada, pero se da cuenta que ha cometido un error y para enmendarlo se dedica a buscar con ansia su pasado perdido. La obra es un vertiginoso periplo del protagonista por lugares y situaciones de lo más absurdas y delirantes. Abunda en equívocos y paradojas temporales.
No es una gran obra de ciencia-ficción pero si es bastante divertida. Mientras se lee el libro se tiene la sensación de que no se ha querido crear aquí una obra imperecedera en los anales del género, más bien parece que el autor ha tenido sólo la intención de pasar un rato agradable e intrascendente escribiéndola, cosa que ha conseguido con creces.
En resumen, obra recomendada sólo para los que quieran pasar un rato entretenido y no buscar grandes alardes ni efectos narrativos.