Sinopsis
La invasión marciana tiene lugar al fin, y los hombrecillos verde de Marte logran desorganizar la civilización terrestre. Pero sólo porque lo ven todo, lo oyen todo y lo dicen siempre todo. Lógicamente, la sociedad humana no puede resistir semejante juego de la verdad. Por eso, el clamor pronto llega a ser unánime: ¡Marciano, Vete a Casa!
Un producto imaginativo y una novela por demás extraña, insólita, que creo que no podríamos catalogar exactamente como ciencia-ficción... Pero eso sí: muy divertida.
Un escritor se refugia en una cabaña mientras escribe su próximo relato. Al instante un extraterrestre proveniente de Marte aparece de la nada. Pronto, cientos de miles de marcianos aparecerán en todo el mundo, desorganizando la civilización humana.
No vienen como conquistadores, sencillamente, su interés es molestar. Pueden verlo todo. De esta manera, los secretos militares, políticos, personales, amorosos, son dados a conocer por estos seres pequeños que rinden culto a la verdad. Y no se les puede destruir. Se intenta atacarlos con todo tipo de armas, pero son inmunes. Pensándolo bien, son como hologramas.
Una historia humorística, bastante sencilla y que sirve para pasar el rato. El final en sí es algo confuso. Muchos se atribuyen haber podido deshacerse de los marcianos, aunque el escritor al final es el culpable de la invasión y el único que puede liberar a la humanidad de semejante tortura. Sobra decir que el final no quedó bien claro y Brown tuvo que hacer un epílogo aclarando realmente cuál había sido el origen y el final de los invasores.
Si tuviera que definir MARCIANO, VETE A CASA con pocas palabras diría que se trata de una obra HUMORÍSTICA, así con mayúsculas, independientemente de que también pertenezca al género de ciencia-ficción. La obra está redactada en un cierto estilo periodístico que contribuye mucho al efecto general de la obra. Además de dar amenidad a la obra, supone una herramienta humorística que permite a Fredric Brown desarrollar la obra en pequeñas escenas con matices estilísticos diferenciados. Al inicio de la obra cada una de estas escenas contienen en sí mismas el efecto humorístico. En cambio, durante el nudo de la obra, podemos hablar de una secuencia de escenas que preparan el desenlace hilarante. Este sistema permite al mismo tiempo intercalar razonamientos psicológicos, filosóficos o simplemente explicativos de lo que esta sucediendo.
La invasión de la Tierra gira en torno de unos hombrecillos verdes bastante gamberrotes que se dedican a incordiar de mala manera a los humanos provocando el colapso tanto personal de algún que otro personaje como el de la civilización en general. Fredric Brown se ríe de todo y de todos. Sospecho que incluso de sí mismo porque introduce un elemento autobiográfico. Al propio Fredric Brown le costaba escribir y Luke Deveraux, el protagonista de la novela, es un escritor al que le cuesta escribir su última novela, una novela que ya ha cobrado. El elemento romántico que tanto le gustaba introducir al autor en sus obras se encuentra en la relación que hay entre Luke Deveraux y su ex-mujer, ambos aún siguen enamorados a pesar del carácter inestable de Luke. Obviamente, la relación tiene un final feliz.
La valoración general de la obra es excelente, tal vez el sentido humorístico decaiga un poco en la parte central de la obra para recuperarse al final. En cualquier caso yo le doy un nueve.