EL PLANETA DE LOS SIMIOS
EL PLANETA DE LOS SIMIOS Pierre Boulle
Título original: La planéte des singes
Año de publicación: 1963
Editorial: Punto de lectura
Colección: nº 221
Traducción: Enrique Folch
Edición: 2001
Páginas: 302
ISBN:
Precio: 4,75 EUR
Comentarios de: Manuel Nicolás Cuadrado

Casi todos mis contemporáneos de mitad siglo XX que crecieron con la ciencia-ficción como obsesión juvenil tenemos metido en la retina EL PLANETA DE LOS SIMIOS como una película genial protagonizada por el entonces héroe cinematográfico norteamericano de finales de los 60 y principios de los 70, Chartlon Heston.

Esto hace, al menos en mi caso, tener una imagen concreta que puede llevar al prejuicio o al menos a la desconfianza hacia otras versiones o continuaciones posteriores, cinematográficas, literarias o ilustradas.

No me gustaron ninguna de ellas. No pretendo ser un abanderado del fundamentalismo de culto hacia la película de Schaffner, simplemente repito que no me gustaron.

Pero es que ahora me encuentro con el original, con el modelo literario que sirvió de base a todo el universo de EL PLANETA DE LOS SIMIOS, y que hasta la fecha, no había leído.

El libro es diferente, creo yo y básicamente, porque quien lo escribió es francés. La película está pensada en una mentalidad norteamericana y enmarcada en el periodo histórico de la guerra fría. El libro prescinde de esa visión, siendo realmente bastante más sencillo, ingenuo y en ocasiones, un tanto pedante.

Argumentalmente hablando, la novela comienza cuando una pareja de astronautas que están de turismo interestelar, encuentran una botella con un mensaje dentro. La historia que se relata es la del viaje del periodista Ulysse Mérou, el profesor Antelle, Arthur Levain y el mono Héctor a la estrella Betelgeuse. Allí encuentran un planeta habitado que no dudan en bautizar como Soror.

Aterrizan en el planeta y se extrañan de su parecido con la Tierra. Al adentrarse en un pequeño lago para bañarse, descubren a una humana totalmente desnuda que les observa. La bautizan como Nova y comprueban que no es inteligente. Discuten acerca de la posibilidad de una involución humana en este planeta cuando el mono Héctor hace su aparición. Nova se abalanza contra él y lo mata salvajemente.

Mérou se pregunta el porqué de esta reacción cuando una turba de humanos, sin duda parientes de Nova, huyen despavoridos entre gritos guturales de un peligro que se les acerca.

Los astronautas se ven envueltos en una cacería en donde ellos son las presas y los cazadores son... gorilas.

Me van a permitir que no siga relatándoles el contenido de la novela y sean ustedes mismos quien se atrevan a leerla.

Lo que sí me gustaría es comentar ciertos aspectos. Lo primero es desvelar que la novela posee unos elementos de tinte político, intelectual y científico muy a la moda de los años 60 y que este escritor francés se esfuerza en incluir en su novela.

Todo el argumento reside en el personaje de Meróu, que se empeña en demostrar a los simios que es inteligente (para ello aprende su idioma y sus costumbres) y que proviene de otro planeta distinto en la historia de la evolución. Es incapaz de asumir que el hombre ha sido eliminado de la cabeza de la pirámide evolutiva y actúa como si existieran otras explicaciones (a pesar de las pruebas en contra) más satisfactorias para él. Desprecia a los humanos por lo que han llegado a convertirse (incluso a su amada Nova) y prefiere integrarse en la sociedad simia. (Hasta llega a proponerle a su protectora simia relaciones sexuales, pero esta le rechaza por ser demasiado feo). Sólo las intrigas de la sociedad simia le obligan a reincorporarse a su humanidad.

El elemento más interesante, a mi juicio, es la contrapartida ofrecida por el personaje del doctor Antelle. Este, sí acepta la nueva situación de los humanos involucionando hasta convertirse en una bestia exhibida en un zoológico. Y lo hace voluntariamente, siendo congruente con la evolución.

Sin embargo la novela adolece del elemento de la aventura como eje narrativo. Esto la convierte en un relato un tanto frío, políticamente correcto, bien basado en la teoría de la evolución y poco más.

Por eso y sin duda, el filme de Schaffner supera a la novela. Porque, amigos, la aventura es la aventura y en el caso del relato se queda en divertimento intelectual para estudiosos de la novela francesa de los años 60.

Sugerencias: No sé quien ha mencionado que la novela se parece más a la versión cinematográfica de Tim Burton. Desde luego, lo que hace la gente para dar publicidad. No se parece en casi nada, salvo obviamente, en el título.

En mi tabla mágica de los cinco elementos: Inteligencia (I), Curiosidad (C), Lenguaje (L), Imaginación (II) y trato de lo desconocido (D), la puntuación es:

EL PLANETA DE LOS SIMIOS: I (5), C (5), L (6), II (6), D(5).

© Manuel Nicolás Cuadrado,
(769 palabras) Créditos Créditos