CONGRESO DE FUTUROLOGÍA
CONGRESO DE FUTUROLOGÍA Stanislaw Lem
Título original: Kongres futurologiczny
Año de publicación: 1971
Editorial: Bruguera
Colección: Libro Amigo nº 847
Traducción: Melitón Bustamante
Edición: 1981
Páginas: 192
ISBN:
Precio: Descatalogado

Esta es una aventura independiente de Ijon Tichy, protagonista absoluto de la recopilación de relatos DIARIOS DE LAS ESTRELLAS. En ella sigue la línea de las hilarantes aventuras de este sorprendente astronauta, sorprendente por un lado por lo despreocupadamente que lleva a sus espaldas las responsabilidades de su oficio, y por otro por la carga reflexiva con la que afronta cada una de las situaciones en las que se ve envuelto.

En esta ocasión Tichy es invitado a un congreso de futurología en la tropical República de Costarricania, país de ambiente convulso donde las revueltas se suceden y las autoridades parecen incapaces de mantener el orden de forma convincente. Pero para los futurólogos eso es algo tan lejano como las auroras boreales. Cómodamente instalados entre los lujos del Hilton, y convenientemente aislados de los lugareños, se disponen a exponer sus tesis en las distintas ponencias del congreso.

Porque los futurólogos de Lem no son los típicos charlatanes de medio pelo como Rappel y compañía, son auténticos expertos en prospección, no son adivinos ni astrólogos iluminados, son científicos que especulan con el provenir y los medios necesarios para atajar lo peor de sus previsiones. Pero ni a ellos perdona Lem, con el sarcasmo que le es habitual parodia los congresos científicos y se burla de sus asistentes habituales, considerándolos una «especie» científica aparte.

Pero no es esa la intención principal del libro, la verdadera intención de Lem es cuestionar la realidad en la que vivimos. Mucho antes que la avalancha de frágiles realidades de THE MATRIX, NIVEL 13 o DARK CITY, y adelantándose a las paranoias de Dick, Lem ya cuestiona todo lo que vemos, todo lo que oímos y todo lo que somos.

Para ello nada mejor que las drogas. En la época en la que Lem escribió este libro, (principios de los 70) la experimentación con toda clase de sustancias químicas estaba a la orden del día, y resultaban ser el medio ideal para sacar de su realidad a los protagonistas de este CONGRESO DE FUTUROLOGÍA. Así, al ejército no se le ocurre nada mejor que rociar a los manifestantes con aerosoles de más variado tipo, con unos efectos combinados que resultan ser bastante poco beneficiosos para la percepción y la cordura del bueno de Tichy. A partir de entonces la novela va cambiando progresivamente de registro, y el inicial tono festivo y jocoso, acaba convirtiéndose en algo cada vez más inquietante, hasta el punto de hacer dudar al lector de que si la realidad que se describe es cierta o no.

Lem se adelanta, por otra parte, a ciertas cuestiones planteadas con inquietud por otros pensadores; si de igual modo que se clora y hasta fluora el agua corriente, ¿qué impide a los gobiernos añadir ciertos compuestos que hagan fácilmente maleable a la ciudadanía? ¿y por qué detenerse sólo en el agua? ¿por qué no drogar también los alimentos? Lem hace una llamada de atención al respecto, y las conclusiones a las que llega son inquietantes.

© Francisco José Súñer Iglesias, (498 palabras) Créditos