FORASTERO EN TIERRA EXTRAÑA
FORASTERO EN TIERRA EXTRAÑA Robert A. Heinlein
Título original: Stranger in the Strange land
Año de publicación: 1961
Editorial: Plaza & Janés
Traducción: Domingo Santos
Edición: 1998
Colección: Jet, nº 315
Páginas: 879
ISBN:
Precio: 8, 71 EUR
Comentarios de: Manuel Nicolás Cuadrado

Mientras leía por primera vez este libro, le hice un comentario a nuestro Master F. J. Súñer sobre el mismo, que me respondió que esta obra le merecía los adjetivos de rara y pesadita.

Para que vean que en esta sección se respetan los gustos y opiniones de los que modestamente colaboramos con esta página, les diré que me es imposible calificar este libro con tan solo dos adjetivos. Les aseguro que me gustaría poder hacerlo y así terminar este comentario brevemente, para satisfacción y alivio del lector.

Pero no puedo, ya que a mi parecer, este libro se zarandea entre la genialidad y la tomadura de pelo.

Quisiera ofrecerles varios puntos de vista respecto a este pensamiento:

1) Ya que FORASTERO EN TIERRA EXTRAÑA se convirtió en los Estados Unidos en el libro de cabecera del llamado hippismo de los años 60, merece un tratamiento especial por mi parte, a la hora de analizarlo como literaura de ciencia-ficción, digamos, con efectos sociales.
2) Y puesto que también lo utilizaron Charles Manson y sus alegres seguidores como Biblia iniciática, no está de más que lo analicemos como el lado oscuro de la ciencia-ficción y su influencia en los, digamos, sociópatas.
3) El libro consta de 879 páginas de vellón. Lo digo por las almas no acostumbradas a tales dispendios intelectuales. Desde luego no es de fácil lectura, así que: ¡Fieles de LAS BRIGADAS DEL ESPACIO y demás spaces operas, abstenerse!
4) La trama general del argumento parece estar influenciada por el consumo de estupefacientes. Así que para los que opinen que su obra en general es ideológicamente fascista, vayan desengañándose e imaginándose a un R. A. Heinlein con peinado rasta, vestido con unos pantalones de campana, hablando del amor libre y liándose mientras tanto un cigarro de marijuana tamaño king size.

El argumento es como sigue: Los terrícolas envíamos una primera expedición a Marte, cuya tripulación está formada por varios matrimonios de científicos. Al amartizar en el planeta rojo, se pierden todas las comunicaciones con la expedición y se les da por desaparecidos.

Años más tarde volvemos a mandar otra expedición, esta vez solo formada por hombres. Descubren un Marte poblado por unos extraños seres que muestran una indiferencia total hacia los humanos. Dejan una colonia en el planeta y se vuelven con el único superviviente de la primera misión: el joven Valentine Michael Smith, vástago bastardo de dos de los científicos y que ha sido criado por los marcianos.

El hombre de Marte constituye todo un espectáculo para la tierra. Sin embargo el gobierno lo retiene al margen de periodistas y curiosos en una instalación hospitalaria, custodiada por la policía secreta.

El secretario general de la federacación (el gobierno) quiere utilizar a nuestro protagonista con fines políticos. Sin embargo, el marciano-humano no responde a los cánones de una persona habitual. Le cuesta entender nuestro lenguaje, la atmósfera de nuestro planeta le resulta aplastante y no entiende en absoluto la forma de actuar de los terrestres.

Mientras tanto, un avispado periodista (Ben) hace amistades con una enfermera (Jill) que trabaja en el mismo hospital que sirve de prisión a nuestro extraterrestre. Entre los dos planean la liberación del fenómeno. Jill consigue llegar hasta V. M. Smith (a partir de aquí, Mike) y disfrazándolo de ¡enfermera! escapan de su encierro.

El resto del argumento lo constituyen las aventuras que le suceden en la Tierra y su lógico aprendizaje de la naturaleza humana, que dejo a la valoración de los valientes lectores que consigan adentrarse en la totalidad de este grueso manuscrito.

En realidad el problema de este libro, aparte de que es demasiado largo, radica en que los elementos de ciencia-ficción que posee son accesorios. Lo que pretende es una reflexión sobre la sociedad estadounidense de la época en todos sus ámbitos. Desde una visión a veces sarcástica, a veces inteligente (aunque en mi opinión demasiado superficial) y siempre disgresora (para los años 60), se nos plantea la salvaje sociedad de consumo, la farragosa política, la hipocresía sexual, el canibalismo periodístico, la excepción filantrópica y por último el pandemonium religioso, todo made in USA. Desde luego tiene momentos gloriosos, mezclados con otros espantosos. Diría que es cuanto menos desconcertante. Estamos en el pensamiento repetido de siempre: ¿porqué no hizo un texto más corto y más comprensible? Le hubiera salido redondo.

La solución de este libro es perfectamente aplicable al movimiento hippie en líneas generales y no me extraña que la vida del hombre de Marte fuera imitada por cientos de jóvenes, deseosos de vivir en comuna, practicar el sexo indiscriminado y viajar libres por el mundo. Eso sí, sin asumir ningún tipo de responsabilidad, sin trabajar para ganarse el pan y exigiendo los dólares correspondientes a Daddy, para poder costearse el consumo de LSD. Pero en la conclusión del relato la cosa se pone un tanto religiosa-mesianíca y en mi opinión pierde bastante interés.

Pero una cosa es que no guste (o sí) la moraleja de este libro ni su aplicación en la sociedad norteamericana (o sí) y otra decir que R. A. Heinlein fuera el mentor espiritual de Charles Manson. (Como se dijo en su época).

Hace tiempo, un documental sensacionalista norteamericano, trataba de desentrañar las razones por las cuales un idiota mató a John Lennon en 1980. Al no encontrar ninguna causa razonable, se exploraron sus lecturas favoritas. Encontraron en su mesilla de noche el famoso relato EL GUARDIÁN ENTRE EL CENTENO y decidieron que el libro tenía la culpa. Al final venían a decir misteriosamente que otro imbécil que atentó contra la vida del presidente Reagan, también lo leyó.

Más recientemente se prohibió la exhibición de la película EL SILENCIO DE LOS CORDEROS en un estado que no recuerdo, porque unos cretinos imitaron el modus operandi del filme. Lo curioso es que no se les ocurrió prohibir también el libro de Richard Harris.

En el caso de los asesinatos Tate-LaBianca (son dos distintos, en distintos lugares y cometidos por distintos seguidores de Manson) ocurrió algo parecido. El más famoso inductor en serie citaba de corrillo frases del libro en el juicio y esto les encantaba a los periodistas, que ponían en tela de juicio la moralidad del relato. Sin duda trasladó su retorcida mente a la forma de comunidad que se nos plantea en el argumento. Un líder necesariamente hombre (él mismo, que sin duda se creía con los poderes y carisma del hombre de Marte), seguido de correligionarios mayoritariamente femeninos (lo que más me impresiona es que los autores materiales de los crímenes fueran chicas, cosa por cierto nada habitual) de los cuales esperaba y conseguía ciega obediencia. Pero el libro lo leyeron miles de norteamericanos y no mataron a nadie. En el argumento tampoco se induce al asesinato y menos a esa idea apocalíptica (cosecha propia de Manson) de que en un futuro los negros americanos se rebelarían y acabarían con los blancos. En definitiva, si Manson hubiera vivido en el siglo XIX, hubiera dicho que se llamaba Blancanieves, que sus chicas eran los 7 enanitos y que la reina bruja del espejo se llamaba Sharon Tate. Pero por ello no creo que se debiera arrestar a los hermanos Grimm por complicidad en los hechos. Lo peligroso no es la literatura, sino quien la justifica o utiliza para sus propios crímenes.

Y ya para terminar, les diré que suelo valorar las obras que leo, pero esta vez no puedo. Me terminé el libro y me quedé desconcertado. No sé si abrazar o abofetear a este señor. Sigo sin poder decirles si es una genialidad absoluta o simplemente una tomadura de pelo. Desde luego, la cara de tonto que se me ha quedado debería de servirles de advertencia. ¿Qué si les recomiendo su lectura? Pues como se dice en el libro varias veces: No asimilo. Dios eres tú.

Sugerencias: Lo más interesante del libro es sin duda el personaje de Jubal E. Harshaw, una mezcla de Diógenes (el filósofo griego que vivía en una cuba), Cicerón (el epicúreo romano de tiempos de Augusto) y Ruffus T. Farfly (Groucho Marx).

En mi tabla mágica de los cinco elementos: Inteligencia (I), Curiosidad (C), Lenguaje (L), Imaginación (II) y trato de lo desconocido (D), la puntuación es:

FORASTERO EN TIERRA EXTRAÑA: I (¿?), C (¿?), L (¿?), II (¿?), D(¿?).

© Manuel Nicolás Cuadrado, (1.197 palabras) Créditos