MÁS QUE HUMANO
MÁS QUE HUMANO Theodore Sturgeon
Título original: More than human
Año de publicación: 1953
Editorial: Ediciones Minotauro
Colección: ---
Traducción: José Valdivieso
Edición: febrero de 1996
Páginas: 263
ISBN:
Precio: 7,50 EUR.

Últimamente y debido a ese extraño evento llamado azar, están cayendo en mis manos algunos libros correspondientes a ése subgénero denominado como de poderes psíquicos.

Aunque recuerdo alguna excepción agradable en mi adolescencia (OJOS DE FUEGO y CARRIE, de S. King) la verdad es que el tema nunca me ha llamado especialmente la atención. Pero lo que ha escrito Sturgeon en esta ocasión es que ya me parece la bomba.

En MÁS QUE HUMANO, se nos relata la formación del homo-gelstat. Una especie de ente colectivo evolucionado del homo sapiens y formado por un vagabundo que tiene poderes autómatas (consigue que los demás hagan lo que él ordena), una niña malcriada e insoportable y encima telekinética, dos gemelas exhibicionistas que se teletransportan, un bebé que nunca crece, pero que es una enciclopedia viviente y un delincuente juvenil con vocación de super-villano. Podríamos definirles como la patrulla X, pero en versión indigente. El grupo gelstat no hace nada digno de mención en toda la novela, salvo automarginarse de la sociedad en una chabola y aburrir soberanamente al personal. Si al menos hubiese algún componente aventurero, o incluso al menos irónico o claramente humorístico, pues vale.

Pues no. Es que encima Sturgeon se toma en serio a sus personajes y no contento con ello pretende que los demás estemos de acuerdo con él, mediante una interminable cháchara pseudofilosófica.

La parte del aprendiz de delincuente con el psiquiatra es la única que se salva, puesto que en un arrebato de lucidez el autor parece querer reírse de sí mismo, pero vuelve a estropearlo todo sacándose un héroe de la manga, que no sabemos que pinta en este entierro, pero que redime al grupo gelstat y convierte al delincuente juvenil en un genio de la humanidad.

Hay veces que ciertas lecturas me enfadan, sobre todo cuando estimo que se me quiere tomar el pelo. Me niego a considerar este libro como ciencia-ficción, solo por el hecho tangencial de la invención de un tractor antigravedad.

Sugerencias: cero patatero.

© Manuel Nicolás Cuadrado, (336 palabras) Créditos

Ayer leí este libro de Theodore Sturgeon, esperando de él, como casi siempre, una agradable novela sobre el futuro de los sentimientos del hombre (y de la mujer, vale). La verdad es que lo leí con gusto y en general me pareció bueno, salvo algunas cosas del principio y del final.

También sirvió para que reflexionara sobre mi antropocentrismo, o sapienscentrismo, y es que no podía ni ver a la entidad que se supone va a suplantar al sapiens, el homo gelstat, y no me caía bien porque, me temo, no digería que hubiera alguien más capaz que un homo sapiens, así deseaba que las cosas le fueran todo lo mal posibles y al final del libro desaparecía en el infierno. Por cierto, también aparecía en mi cabeza una duda era eso fruto de la evolución o una de esas aberraciones con las que nos obsequia la naturaleza. Solo el final del libro ofrece alguna pista más cuando Gerry es recibido por los otros, Haydin, Rosetti, Morris, Fermi, landowska, Ford. ¿quienes son? ¿son Haydin el músico y Ford el capataz industrial? ¿Se suponen que son genios? ¿Y al servicio de la humanidad? ¿Y Gerry que tiene de genio? Además en el final aparece una frase que la mento: Pero si se piensa en la historia de una raza...¡Oh. la guerra atomica es una ondita en la amplia superficie del amazonas! pues vaya ondita capaz de exterminarla casi instantáneamente, además el Amazonas, su superficie, no es ni mucho menos impresionante, el Pacifico, cualquier océano o mar habrían hecho mejor efecto.

Tampoco entendí muy bien como introduce a algunos personajes, Hip aparece en la pagina 38 donde se dibuja rápidamente lo terrorífico de su infancia y no vuelve a aparecer hasta la 171 ¿tenía que acordarme de él? Con Gerry pasa un poco menos también aparece en la 38 pero este vuelve en la 97. Así las páginas 38 y 39 aparecen como una alucinación. Y las negritas ¿porque nunca se nos habla de ellas, como de los demás partes del gelstat? Vale que sean los brazos para algo son negras, pero de los demás sabemos sus orígenes y de estas solamente que son vecinas de Janie.

A pesar de todo esto insisto en que el libro me ha gustado, interactue con él lo suficiente y, sobre todo con Lone, me emocione un poquito. Además la parte de Gerry con el psiquiatra esta muy bien escrita y es francamente interesante. Me pregunto que dirían los psiquiatras de ahora.

Sólo una cosa más la ultima reflexión sobre la humanidad sobre la ética y la moral me pareció un tanto absurda. Prefiero mil millones de veces a Dostoievski con sus personajes casi incoherentes que dudan de sus certezas y no encontrarían jamas fuerzas en una cuestión de vocabulario, la moral y la ética no se definen se practican (como el amor).

Quizá le pondría un 6 1/2 no estoy seguro

© Iñaki Rodriguez, (488 palabras) (Lista de #cienciaficción) Créditos