STAR WARS, o LA GUERRA DE LAS GALAXIAS en su estreno en España, no sólo es la mejor película de ciencia-ficción en el apartado de las space-operas, sino también uno de los títulos más importantes e influyentes de la historia del cine. Han pasado treinta y siete años desde su estreno, pero la cinta, lejos de envejecer, permanece tan fresca y excitante como el primer día. George Lucas rodó uno de los títulos más exitosos y atemporales de la ciencia-ficción cinematográfica. La historia de su gestación es casi tan interesante como el film en sí mismo.
A comienzos de los 70 el joven George Lucas, que acababa de dirigir TX-1138 (ídem, 1971), una modesta pero imaginativa cinta de ciencia-ficción, firmó un contrato con Universal mientras estaba pergeñando la primera entrega de lo que, con el paso del tiempo, se convertiría en la saga de Star Wars. De hecho, ya tenía muy adelantado el proyecto, pero Universal lo paró, presumiblemente por considerar excesivos sus costes de producción, aunque quizá también porque los ejecutivos del Estudio pensaban que no sería rentable en taquilla. Así pues, Lucas se concentró en el rodaje de AMERICAN GRAFFITTI (ídem, 1973), un film que retrataba a la juventud americana de los 60 y que funcionó relativamente bien en taquilla, obteniendo además muy buenas críticas. Mientras trabajaba en ésta película, el joven cineasta seguía dándole vueltas a su ambiciosa producción de ciencia-ficción. Apenas terminó AMERICAN GRAFFITTI se sumergió de lleno en el absorbente proyecto de crear una space-operas espectacular, escribiendo y reescribiendo la historia docenas de veces.
Lucas, admirador de la obra de Alex Raymond, había tratado infructuosamente de obtener los derechos cinematográficos de su personaje, Flash Gordon, y al no lograrlo introdujo elementos de las aventuras de este héroe del cómic en su idea primigenia de lo que sería Star Wars. En realidad, el cineasta recogería en su lujosa space-operas referencias argumentales de LA FORTALEZA OCULTA (KAKUSHI TORIDE NON SAN AKANIN, Akira Kurosawa, 1958) y de ciertos relatos de William Campbell, así como estéticas de LA VIDA FUTURA (THINGS TO COME, William Cameron Menzies, 1936) y PLANETA PROHIBIDO (FORBIDDEN PLANET, Fred McLeod Wilcox, 1956) entre otras muchas. El aspecto de C3PO, sin ir más lejos, era similar al del robot María de METRÓPOLIS (Ídem, Fritz Lang, 1926) e incluso la secuencia de la taberna es muy parecida a otra de Viaje a Babel, episodio de Star Trek. Pero a pesar de esas influencias, o quizá gracias a ellas, Lucas logró escribir algo realmente original que, si había suerte, podía convertirse en una gran película.
Universal rechazó el proyecto, como se ha dicho, y Lucas decidió dirigirse entonces a 20th Century Fox. A mediados de los 70 la Fox estaba pasando por una difícil etapa económica que no acababa de remontar. El responsable de producción de los Estudios, Alan Ladd Jr., hijo del gran actor del Hollywood clásico Alan Ladd, quedó más impresionado por la personalidad de Lucas que por el proyecto de film que éste le presentó, decidiendo ofrecerle su apoyo incondicionalmente, a pesar de que otras figuras relevantes de la Fox no veían el asunto muy claro. La firme decisión de Ladd daría origen a una de las sagas más rentables de la historia del cine, además de resolver la delicada situación financiera de la Fox.
Lucas perfiló aún más la historia, recuperando algunos elementos y personajes que había descartado en una revisión anterior y añadiendo otros nuevos. Mientras trabajaba en el tratamiento del guión de STAR WARS aún tuvo tiempo para dedicarlo a otros proyectos menos ambiciosos, e incluso para fundar la que acabaría deviniendo en la más importante empresa de efectos especiales del mundo, la Industrial Light & Magic (ILM), que el cineasta creó al saber que la Fox había eliminado ese departamento de su estructura. La buena acogida de AMERICAN GRAFFITTI por parte de la crítica le permitió renegociar más ventajosamente su contrato con la Fox, asegurándose el control sobre posibles secuelas de STAR WARS y todo lo relacionado con el film y la franquicia que presumiblemente se iniciaría con éste. Lucas hizo así uno de los mayores negocios del mundo del espectáculo, convirtiéndose, a la vuelta de unos pocos años, en uno de los hombres más ricos y poderosos de Hollywood.
La Fox estaba dispuesta a financiar el proyecto, pero el método de trabajo que imperaba en Hollywood, controlado por diversos sindicatos profesionales, amenazaba con encarecer excesivamente el rodaje. Lucas se comprometió a rodar la película con ocho millones de dólares, y para abaratar costes decidió que todo el proyecto se llevaría a cabo en el extranjero. El rodaje comenzó en Túnez el 22 de marzo de 1976, donde se recrearon las escenas que transcurrían en Tattoine, y en unas ruinas mayas de Guatemala, ideales para situar la base rebelde. Los interiores y otras partes de la cinta se rodaron en los estudios de Elstree, cercanos a Londres. La filmación no estuvo exenta de problemas, incluyendo sendos accidentes sufridos por Anthony Daniels, y Mark Hamill, actores que encarnaban respectivamente a C3PO y Luke Skywalker. La realización de la película sería un proceso arduo, en el que Lucas habría de enfrentarse a no pocos contratiempos, no siendo el menor de éstos el tibio apoyo de 20th Century Fox, lo que acabaría causándole algunos problemas de salud.
La mayoría de los actores y figurantes que aparecían en la película eran británicos, mientras que los papeles principales fueron para unos intérpretes americanos jóvenes y casi desconocidos, siendo el más destacado de ellos Harrison Ford, que ya había trabajado con el director en AMERICAN GRAFFITTI. Para los roles de Obi - Wan y el siniestro gobernador Tarkin, Lucas abrió algo el bolsillo, contratando nada menos que a dos pesos pesados del cine británico, Sir Alec Guinness y Peter Cushing. La inclusión de estos dos actores de renombre obedeció al deseo de Lucas de complacer a los jefazos de la Fox, preocupados porque no hubiera ningún nombre conocido en el reparto. El papel de Lord Darth Vader recayó en David Prowse, un gigantón especializado en interpretar seres monstruosos en producciones de la Hammer, como EL HORROR DE FRANKENSTEIN (THE HORROR OF FRANKENSTEIN, Jimmy Sangster, 1970) o en series de televisión, caso de su aparición en LA NUBE BETA, de Espacio 1999. Su voz, no muy adecuada para el personaje, sería doblada por el gran James Earl Jones, aunque en un principio se barajó el nombre de Orson Welles. Espacio 1999 también tuvo cierta influencia en el desarrollo conceptual de STAR WARS. Los diseñadores de maquetas se basaron en las Águilas creadas por Brian Johnson a la hora de realizar un boceto del Halcón Milenario. Aunque Lucas quería otro diseño para la nave de Han Solo, decidió que el inspirado en las Águilas sería muy apropiado para el navío consular de la Princesa Leia y así aparece en el film. Johnson, un maestro de los efectos especiales y el maquetismo, que había desarrollado gran parte de su carrera en las producciones televisivas del matrimonio Anderson, sería contratado por George Lucas para EL IMPERIO CONTRAATACA (THE EMPIRE STRIKES BACK, Irving Kershner, 1980), que está considerada la mejor entrega de toda la fanquicia por su espléndido guión, que ahonda en la psicología de los personajes, y por su magnífica dirección.
A pesar de las dificultades y la tremenda presión a que estaba sometido, Lucas consiguió rodar su película. Mostró una de las primeras ediciones del film a sus grandes amigos, los directores Steven Spielberg, Brian de Palma y John Milius, valorándola de modo negativo los dos últimos por una razón que hoy se nos antoja casi increíble: la supuesta falta de efectos especiales en las escenas capitales. Spielberg, por el contrario, se mostró bastante complacido con el film. Lucas agradeció la sinceridad de todos ellos, admitiendo que le habría gustado desarrollar más los efectos de algunas escenas, pero aduciendo que tenía que ajustarse a un presupuesto. Los ejecutivos de la Fox, que no habían confiado en Lucas y sólo se avinieron a aprobar el proyecto ante la insistencia de Alan Ladd Jr., se mostraron exultantes de entusiasmo cuando vieron la cinta, y, convencidos de que sería un rotundo éxito, nada dijeron acerca del incremento de un millón de dólares en el coste final de la película. Lucas, que había partido originalmente de un presupuesto de ocho millones, luego elevado a diez por mediación de Ladd, había gastado once millones de dólares en STAR WARS. La inversión dio su fruto con creces, porque la cinta, además de la más barata de toda la franquicia, sigue siendo, proporcionalmente a su coste, la que más beneficios produjo.
STAR WARS se estrenó el 25 de mayo de 1977, convirtiéndose en un exitazo desde el primer momento, lo que provocaría un aumento de más del doble en el valor en bolsa de las acciones de la Fox, mientras que las ganancias de los Estudios se incrementaron hasta casi los ochenta millones de dólares sólo ese año. Puede afirmarse sin ningún género de dudas, por tanto, que la película de Lucas salvó a 20th Century Fox del desastre económico, del mismo modo que, cuarenta y cuatro años antes, KING KONG (Ídem, Merian C. Cooper y Ernest B. Schoedsack, 1933) había salvado a la RKO Radio Pictures. De hecho, recaudó nada más y nada menos que cuatrocientos sesenta millones sólo en su exhibición en Estados Unidos, obteniendo casi otro tanto en el resto del mundo. Incluso hoy sigue siendo uno de los films más rentables de la historia, a través de los reestrenos y las ediciones en vídeo y DVD.
Nominada nada menos que para diez Oscars de la Academia, obtuvo los de mejor dirección artística (John Barry, Norman Reynolds, Leslie Dilley y Roger Christian), mejor vestuario (John Mollo), mejores efectos especiales (John Dykstra, John Stears, Richard Edlund, Robert Blalak y Grant McCune), mejor montaje (Paul Hirsch, Marcia Lucas y Richard Chew), mejor banda sonora original (John Williams, contratado por Lucas a sugerencia de su amigo Spielberg) y mejor sonido (Don MacDougall, Ray West, Bob Minkler y Derek Ball). En total nada menos que seis premios. Siete, si contamos el especial al mérito profesional para Benjamin Burtt Jr. John Williams y su inolvidable partitura repetirían galardón en los Globos de Oro y en los BAFTA. Otros integrantes de los equipos artísticos y técnicos serían premiados en diversas ocasiones, entre ellos Mark Hamill y Carrie Fisher, que serían considerados como mejor actor y mejor actriz en película de ciencia-ficción en la gala de los Premios Saturn, donde por cierto también sería premiado Lucas como mejor director.
Con todo, los premios más importantes siguen siendo los Oscars, y hay que resaltar que los obtenidos por STAR WARS lo fueron en los apartados técnicos y artísticos, lo que da idea del gran esfuerzo que representó rodar una película así. Una gran injusticia se cometió con el gran Sir Alec Guinness, nominado como mejor actor secundario, que no logró hacerse con el Oscar pese a su genial interpretación de Obi - Wan - Kenobi, llena de matices y la más correcta de la cinta. Peter Cushing, que ni siquiera fue nominado, también estaba perfecto como Tarkin. Este actor provocaría una de las anécdotas más conocidas del rodaje. Las botas de atrezzo no le quedaban bien, causándole grandes molestias en los pies, por lo que Lucas le proporcionó unas pantuflas que se ponía cuando las tomas no eran de cuerpo entero.
STAR WARS pudo haber devenido en uno de los fiascos más resonantes de la historia del cine, y de hecho tenía muchas papeletas para ello. Nunca antes se había intentado rodar una cinta como aquella, y los problemas estuvieron a la orden del día, amenazando con obligar a cancelar el proyecto. El film se rodó, insistamos en ello, gracias al apoyo de Ladd, un hombre que vio en Lucas lo que otros gerifaltes de la industria cinematográfica se negaban a ver. Pero, sobre todo, fue una arriesgada apuesta de un cineasta que creía en lo que estaba haciendo, aunque a veces estuviera a punto de dejarse vencer por el desánimo. STAR WARS fue el proyecto más ambicioso y personal de un director que estaba llamado a tener una influencia determinante en el futuro del cine.
El film asombra incluso hoy, más de tres décadas después de su estreno. Etiquetada por algunos indocumentados—que parecían no tener nociones sobre la amplitud y variedad de nuestro género— como una peliculilla
de ciencia-ficción más, lo cierto es que, por una vez, el grueso de la crítica, exceptuando a los snobs de siempre, se rindió ante una obra comercial. Tal vez tuvo algo que ver en ello su condición de maravillosa mixtura de géneros fílmicos, de fascinante híbrido que resume y condensa los grandes temas que han nutrido la imaginación de los hombres desde antiguo. Frente a un cine moderno en la peor acepción del término, o a la europea si lo prefieren, empeñado en cuestionar todo lo que hay bajo el Sol y en mostrar una imagen realista —dentro de lo que consideraban realismo sus autores, claro— y desmitificadora de la vida y el mundo, se erigió esta cinta que presentaba un esquema clásico —el bien contra el mal, la luz contra la oscuridad, las ansías de libertad contra la opresión y la tiranía— y que, plagada de héroes y villanos a la antigua usanza, ofrecía al público algo que éste empezaba a echar de menos. STAR WARS era un relato típico del cine de Serie B rodado con un presupuesto de Serie A. Al contrario que otras entregas de la saga, mucho más elaboradas desde el punto de vista argumental y notablemente más oscuras, este primer film se centraba en la aventura por la aventura, con el único propósito de ofrecer al espectador dos horas de sano entretenimiento. Ahí residió el secreto de su apoteósico éxito. El deseo de encontrar una causa noble por la que luchar, el ímpetu e idealismo de la juventud, la sabiduría del anciano... Todas esas cosas y muchas más, presentes en la literatura universal desde hace siglos, lo están también en esta magistral película. Lucas cuenta, en realidad, una historia de siempre pero ambientada en un marco supuestamente futurista, que no es tal si nos atenemos a la frase con que se abre el film: Hace mucho tiempo, en una galaxia lejana, muy lejana... Esta sencilla introducción nos abre las puertas a un mundo fantástico donde todo es posible, a un universo imaginario que devuelve al cine su condición primigenia, la de medio para hacer soñar al espectador, ofreciéndole fascinantes aventuras con las que evadirse de la tiranía de la realidad. Aunque sólo fuera por habernos devuelto eso, siempre estaremos en deuda con George Lucas.
STAR WARS, o LA GUERRA DE LAS GALAXIAS para los que la vimos por vez primera a los trece años, será siempre una película mágica, atemporal, que nos fascina y nos hace retroceder a nuestra infancia y juventud con cada nuevo visionado. Las otras dos cintas de la primera trilogía son mucho más profundas y espectaculares, si se quiere, y los tres últimos títulos alcanzaron una perfección técnica alucinante; pero ninguna de ellas ha tenido el impacto que tuvo STAR WARS sobre toda una generación y en el devenir del mundo del cine. Por eso se ha ganado un merecido puesto de honor entre las películas más importantes de la historia.
SENSACIONAL. George Lucas hace las cosas bien, y la nueva LA GUERRA DE LAS GALAXIAS ha quedado muy bien. Lo primero de todo, es celebrar la gran noticia de que se ha conservado el doblaje original que todos conocíamos. No lo han vuelto ha ¡doblar! ¡Alegría! Darth Vader sigue con su voz de Constantino Romero, y todo sigue igual. Parece que ese nuevo doblaje sólo fue para los anuncios. Pero la peli, y por lo que se ve las otras dos, conservan el doblaje original, lo cual es ya de por si algo muy positivo.
¿Que decir de las nuevas escenas y los efectos especiales incluidos? Pues que calzan como un guante. Vamos, que uno que no se conozca muy bien la película no se da cuenta exactamente de qué escenas son nuevas y cuales no. Hasta yo, que me conozco la película sobradamente, tenia algunas dudas en ciertas escenas, que me resultaban familiares pero no estaba muy seguro. Señal de que el trabajo ha sido inmejorable. La ILM se lo ha trabajado. Lo cual esta muy bien, dado que la ILM se creó gracias a LA GUERRA DE LAS GALAXIAS.
La famosa escena en que Han Solo tiene un encuentro con Jabba es realmente muy complicada y dificilísima de hacer. A pesar de la dificultad suprema, la ILM consigue pasar esa prueba de fuego. Se nota que la escena le pasa algo raro, pero es que es imposible mejorarlo tal como lo han hecho. Y todo un detalle ver quién esta al lado de Jabba, que para quién no lo vea bien, el personaje en cuestión ya se encarga de que le veamos muy bien al final de esa escena...
Los nuevos añadidos de Mos Esley están soberbios. Ahora ese puerto espacial es realmente eso, y no el pueblo de mala muerte que parecía antes. Resulta asombroso como incluso en escenas ya conocidas han incluido nuevas cosas, como algún animalico grandote o detalles que si no se conocen previamente es imposible descubrir que han sido añadidos.
Hay dos escenas, la ya nombrada de Jabba con Solo y otra no vista antes donde Luke sale hablando, que eran precisamente las que inducían a pensar que habría nuevo doblaje, pues buscar a los dobladores de hace 20 años para que doblaran eso y no se notara era muy complicado. Bueno, pues, no hay problema. Han buscado a los dobladores (el de Harrison Ford era bien fácil, pues es el que sigue teniendo, y el de Mark Hamill), y realmente queda muy bien. Si no lo sabes, no te das cuenta de que son escenas añadidas. Alguien que no hubiera visto la película no se habría dado cuenta de qué era lo nuevo y que no.
Lo mejor de todo es que esto no ha terminado. Estoy verdaderamente ansioso por ir a ver EL IMPERIO CONTRAATACA, y por que no, volver a ver esta. ¿Y tú que haces leyendo esto? ¡Corre! ¡Corre al cine y disfruta de esta maravilla, una y otra vez, una y otra vez...!
LA GUERRA DE LAS GALAXIAS supone un antes y un después para muchas cosas. La saga galáctica más famosa de todos los tiempos significó algo muy importante en 1.977, cuando su éxito deslumbró de una forma como nunca antes se había podido ver.
Antes de LA GUERRA DE LAS GALAXIAS, los efectos especiales eran un factor totalmente secundario y desprestigiado en el mundo del cine. Tan sólo en alguna película se lo habían tomado con seriedad, como fue en 2.001. Los escasos especialistas en efectos especiales que existían trabajaban por aquí y por allá, sin estar organizados ni tener los medios necesarios para desempeñar su tarea. Los estudios de cine no tenían un departamento de efectos especiales, y cuando los necesitaban para alguna de sus películas, recurrían a esos escasos técnicos, que con cuatro duros hacían lo que mejor podían.
George Lucas, consciente de ello, y sabedor de que quería para su película unos efectos especiales de un nivel no visto hasta entonces, creó en 1.975 la Industrial Light & Magic. La primera compañía de efectos especiales de la historia. El primer bastión de la Lucasfilm, que veinte años después es un imperio todopoderoso, acaso más poderoso que el imperio que aparece en la trilogía. Desde ese momento, la veda de los efectos especiales se abrió, y toda una serie de películas que no se habían podido, ni siquiera pensado hacer, pudieron hacerse.
LA GUERRA DE LAS GALAXIAS fue el punto de inicio de toda una serie de películas de ciencia-ficción que durante finales de los 70 y hasta mediados de los 80 reinó en las pantallas. Un mérito que otros no pudieron conseguir en su momento. 2.001 resultó ser estéril en ese aspecto. No tuvo continuadores. La serie que a finales de los sesenta había dominado la ci-fi televisiva, STAR TREK, tampoco pudo engendrar hijos de ella. Sólo cabe reseñar otra serie televisiva, ESPACIO:1999, tal vez heredera de 2.001, pero que no cosechó éxito, o la serie de películas de EL PLANETA DE LOS SIMIOS.
Asi, pocos meses después llego ENCUENTROS EN LA TERCERA FASE, realizada por uno de los amigos de Lucas, Steven Spielberg. Poco después SUPERMAN volaría por las pantallas de cine. Los pacíficos alienígenas de la película de Spielberg se tornaron mortíferos en ALIEN, de Riddley Scott. Un Riddley Scott que años atrás había salido hondamente impresionado de ver LA GUERRA DE LAS GALAXIAS, y sintió que su carrera cinematográfica debía de dar un giro. Tres años después el mismo director hizo BLADE RUNNER, con un Harrison Ford de protagonista que si no hubiera sido por LA GUERRA DE LAS GALAXIAS, jamás hubiera conseguido ese papel. Otros estudios se sumaron a la moda galáctica que LA GUERRA DE LAS GALAXIAS había abierto. La Paramount, siempre atenta consigo misma, rescató del olvido una vieja serie que no había tenido mucho éxito en su momento pero que con el paso del tiempo lo empezaba a tener. La idea inicial de realizar una nueva serie televisiva de esa serie, STAR TREK, fue cambiada con el éxito de LA GUERRA DE LAS GALAXIAS, y pasada al cine.
Despúes vendrían las películas de INDIANA JONES, obra de Lucas y Spielberg. La serie GALÁCTICA, TERMINATOR, la continuación de 2.001, etc. Todas estas películas le debieron mucho a LA GUERRA DE LAS GALAXIAS, porque si LA GUERRA DE LAS GALAXIAS no hubiera existido, muchas de ellas no se habrían hecho nunca, y posiblemente las que se hubieran llegado a hacer hubieran sido muy diferentes a lo que fueron.
LA GUERRA DE LAS GALAXIAS trajo también el fenómeno de las superproducciones, las rompetaquillas, que, mediante grandes efectos especiales, mucho presupuesto y una gran campaña publicitaria, arrasaban en los cines. Merchandaising se llamó a esto. A partir de LA GUERRA DE LAS GALAXIAS, toda superproducción vendría acompañada de libros, comics, camisetas, gorras, vestidos, cromos, muñecos...Todo según la magnitud de la película. Magnitud que en ninguna superaría a la misma LA GUERRA DE LAS GALAXIAS. Como en estos mismos días estamos pudiendo comprobar, en una versión corregida y aumentada a la que hubo en 1.977. Fue también el inicio de la moda de las secuelas de películas, que de forma tan indiscriminada reinó durante los años ochenta.
Finalmente, LA GUERRA DE LAS GALAXIAS se convirtió en un icono de la cultura occidental, y posiblemente mundial. Una referencia. Personajes que ocupaban el corazón de la juventud como el Pato Donald o Micky Mouse, fueron sustituidos de un plumazo por otros personajes, que se llamaban Luke Skywalker, Han Solo, Darth Vader... Fue la recuperación del cine de aventura y de evasión. Hoy, 20 años después, LA GUERRA DE LAS GALAXIAS sigue viva, y más poderosa que nunca. La Fuerza es intensa en esta parte de la galaxia...
Mientras se reestrena de forma triunfal en todo el planeta la trilogía, todo esta ya preparado y a punto para comenzar el rodaje de lo que es sin duda el estreno más esperado de todos los tiempos: Las nuevas películas de LA GUERRA DE LAS GALAXIAS: LAS GUERRAS CLÓNICAS. Fecha de salida: 1999. Hubo unas LA GUERRA DE LAS GALAXIAS para el siglo XX, y habrá unas LA GUERRA DE LAS GALAXIAS para el siglo XXI.