CUENTOS DE MEDIANOCHE
CUENTOS DE MEDIANOCHE Bram Stoker
Título original: ---
Año de publicación: ---
Editorial: Valdemar
Colección: El club Diógenes nº 138
Traducción: Oscar Palmer
Edición: 2000
Páginas: 301
ISBN:
Precio: ---
Comentarios de: Iván Olmedo

El irlandés Bram (Abraham) Stoker, nacido en las afueras de Dublín en 1847, nunca ha sido uno de los santos de mi devoción. Por supuesto, hay que reconocerle el mérito (lo que, de hecho, generalmente sucede) de la creación del archifamoso conde transilvano, que ha trascendido hasta el punto de ser, seguramente, el personaje de ficción más conocido en el mundo entero, tanto por lectores como por no lectores habituales. Sin embargo, las cualidades de Stoker a la pluma no me parecen tan destacables como las de un buen puñado de autores clásicos que podríamos citar en comparación, y en igualdad de condiciones, con el pelirrojo irlandés. Me vienen a la memoria los nombres de William Hope Hodgson, Arthur Machen, Howard Phillips Lovecraft, Ambrose Bierce por citar sólo a unos cuantos de los más conocidos. Aún asumiendo que todo autor, por muy genial que se nos antoje, padece altibajos en su producción, la obra de Stoker es un buen ejemplo de carrera errática y fruto del apasionamiento pasajero al redactar sus escritos. Frente a obras logradas existen textos sin apenas interés, fragmentos inconclusos o repasados de forma insegura innumerables veces; y, en sus novelas más extensas, una cierta sensación de monstruo literario victoriano (por Víctor Frankenstein; humorada del comentarista, sorry) cuyos trozos cosidos, en ocasiones, por manos apresuradas, son algunos capítulos que parecen salirse de la tónica general del relato y entorpecer el desarrollo. En DRÁCULA, mismamente, hay bastante de esto.

En fin, si esto parece una diatriba en contra de Stoker, nada más lejos de mi intención. No es mi deseo destronar a uno de los héroes de nuestro acervo cultural mundial, sino aportar un punto de vista sobre su trabajo, desde la lectura de esta obra, que contiene muchos ingredientes de lo dicho hasta ahora.

CUENTOS DE MEDIANOCHE es el título elegido por Valdemar para encabezar esta amalgama de dispares resultados y ofrecernos un bonito tomo a los que ya nos tiene acostumbrados en su colección El Club Diógenes. Precisamente esta desigualdad en los cuentos es un aliciente más para desgranarlos uno por uno.

EL SUEÑO EN EL PANTEÓN es posiblemente el más conocido. También llamado EL INVITADO DE DRÁCULA, fue un capítulo inicial eliminado de la edición definitiva de la famosa novela, ignoro con qué criterio más o menos fundado. Un episodio onírico en el que Johnathan Harker tiene un inesperado encuentro pesadillesco un poco antes de su cita con el conde. Interesante.

EL ESPECTRO DE LA PERDICIÓN es un raro relato alegórico que, en un estilo propio de los típicos cuentos tradicionales, camina por los senderos del aburrimiento. Es ñoño y no dice nada que merezca nuestra atención.

En LOS DUALISTAS encontramos sin duda la perla negra del volumen. Se trata de un relato sorprendentemente cruel, grotesco, rayano en la demencia, con una carga de surrealismo malsano muy inquietante, y poco reconocible como un texto de Stoker. Aunque sólo sea por paladear esta desventura abominable, merece la pena hacerse con el libro.

MUERTE ENTRE BASTIDORES no merece apenas atención; es una especie de vodevil con unas gotas de intriga, pero poca. Muy flojo.

Más afortunado parece EL PRESTAMISTA, un relato ágil lleno de inspirados diálogos, cuyo final, por el contrario, es abrupto y nada esclarecedor; lo que no le resta interés.

LA SQUAW es uno de los cuentos más difundidos del autor (también llamado LA MUJER INDIA en otras ediciones) un auténtico relato de terror muy logrado y con atmósfera; un clásico.

¿UN ACTO DE VENGANZA? es otro episodio vodevilesco de poco calado. Olvidable.

EL HOMBRE DE SHORROX también está dotado de buenos y consistentes diálogos, siendo un relato cómico-macabro muy divertido, buen ejemplo de la inspiración que tocaba a Stoker en ocasiones.

Otro relato inspirado es LA EMPALIZADA ROJA, aventura de piratas malayos con dosis abundantes de sangre; engancha y se lee en un suspiro, buena señal de que su autor la concibió en estado de gracia.

EL FUNERAL, EL MISTERIO DE SHAKESPEARE y UN PACTO CON EL DIABLO pueden considerarse tres anécdotas breves sin importancia ni mayor trascendencia. El espíritu completista de la edición hace que se encuentren aquí.

Tampoco UNA ESTRELLA CRIMINAL alcanza categoría de buen relato; se queda en farsa socarrona y poco creíble, sin ningún otro atractivo a destacar.

Como colofón, LAS NUPCIAS DE LA MUERTE nos ofrece la curiosidad de dos fragmentos escritos pero no utilizados en la publicación de su novela LA JOYA DE LAS SIETE ESTRELLAS. Un trozo de texto que especula con ideas teológicas inquietantes para la época; y la parte final de la novela, un clímax dramático que fue sustituido por otro más feliz. Vamos, descartes de los recortes de la censura, ni más ni menos.

En definitiva, un conjunto de irregularidades, que es más o menos a lo que me refería al principio. Algunos de estos textos eran inéditos anteriormente, y otros apenas conocidos o de casi nula difusión. Si bien no puedo asegurar que un potencial lector acierte con la compra de este libro, no deja de ser un ejemplar curioso y con algunos muy buenos relatos. La balanza entre lo magnífico y lo meramente mediocre está bien equilibrada. De todas formas, Bram Stoker es un escritor lo suficientemente experimentado como para que sus relatos menos afortunados nos parezcan igualmente redactados con gran corrección. Era su oficio, no cabe duda.

© Iván Olmedo, (887 palabras) Créditos