Todo ordenador o sistema informático está expuesto a una serie de amenazas de tipo software que, por mucho que intentemos evitarlas, siempre van a estar ahí. Dichas amenazas son programas diseñados con el único propósito de causar daños en los sistemas donde se ejecutan, como por ejemplo borrar el disco duro o estropear el sistema operativo eliminando determinados archivos. No hay ningún sistema seguro salvo quizás aquel que esté apagado y desenchufado de la red eléctrica. Los diferentes tipos de programas malignos que hay son: virus, caballos de Troya, bombas lógicas, gusanos, conejos y camaleones
Se pueden dividir en dos grupos dependiendo de si se pueden reproducir o no, es decir, hacer copias de si mismos y extenderse. Así, los programas malignos que se pueden reproducir son los virus, los gusanos y los conejos. El resto no se pueden reproducir.
Estas amenazas software están muy ligados a los sistemas operativos de los ordenadores donde se ejecutan. Cada programa de este tipo se diseña para trabajar bajo sólo una plataforma y un sistema operativo. Al igual que un programa si se ejecuta en un PC no puede ejecutarse en en MAC y viceversa, a los virus y demás familia les pasa lo mismo.