Nombre con el que se denomina popularmente a los glúcidos, término de importancia histórica y coloquial aunque, en un sentido estricto, es más correcto denominarlos de la otra manera. El nombre de hidratos de carbono viene determinado por el hecho de que en estos compuestos la proporción de átomos de hidrógeno es siempre doble (o aproximadamente doble) de la de átomos de oxígeno, razón por la que se definieron en los albores de la química como unos compuestos de carbono y agua, es decir, hidratos de carbono, definición a todas luces inexacta desde un punto de vista químico.