El escritor Pascual Enguídanos Usach, creo este material como base tecnológica para su famosa serie La Saga de los Aznar.

Las exóticas características de este metal, permiten al autor solucionar los diversos problemas planteados por las exigencias de sus novelas, sobre todo en las referentes a generación de energía, vuelo espacial y sistemas defensivos.

En primer lugar, su densidad media es de 40.000 veces la del agua. Esto, unido a su elevado peso atómico parece indicar que se trata de un elemento de la isla de estabilidad que los científicos actuales suponen que existe mas allá de los elementos pesados inestables, y por ello es totalmente estable frente a la desintegración radioactiva.

Elementos similares de peso atómico y densidad muy elevados pueden encontrarse en otras obras del genero, como el ilirión, en la novela NOVA de Samuel R. Delany, utilizado como fuente de energía.

No obstante, la característica mas espectacular de la dedona consiste en la emisión de ondas gravitacionales bajo inducción eléctrica. Dicho de otra manera, la dedona tiene un efecto repulsor ante cualquier campo gravitacional, lo que permite a los vehículos construidos con ella elevarse sin necesidad de ningún tipo de motor, al menos para alejarse de la superficie de un planeta. También se utiliza en sentido contrario, para frenar mediante el efecto repulsor, al aproximarse a un planeta.

Con esta característica, la dedona se asemeja a la cavorita de H. G. Wells, así como a otros elementos como el inertron de la serie Buck Rogers, todos los cuales tienen la capacidad de afectar de una u otra manera la atracción gravitacional entre las masas. La dedona, sin embargo, es el único material que se utiliza simultáneamente como fuente de energía, motor antigravitatorio y blindaje frente a armas nucleares y todo tipo de armas de energía.