Sólido en el cual sus partículas constituyentes (átomos, moléculas o iones) están dispuestas de forma regular y periódica formando una estructura tridimensional, a diferencia de lo que ocurre en los sólidos amorfos (vidrios) y líquidos. Paradójicamente, el concepto químico de cristal no coincide con el coloquial, ya que no sólo un cristal puede no ser transparente, (por ejemplo la pirita), sino que además lo que normalmente entendemos como cristal (es decir, el vidrio), no sólo no lo es, sino que resulta ser amorfo