Antiutopía
1984

Antiutopía, o distopía, es el término comúnmente usado como antónimo de utopía y, aunque al igual que en la utopía se refleja una sociedad hipotética distinta a la nuestra, lo hace con una concepción negativa. El concepto de utopía implica una sociedad, gobierno o proyecto halagüeños, aunque irrealizables; en una distopía, por el contrario, la vieja frase de la ciencia-ficción esto es lo que podría ser constituye la base de la visión de un mundo peor que el nuestro.

Los ejemplos de distopías son invariablemente conceptos de sociedades futuras (una sociedad con una historia distinta a la nuestra, con eventos históricos distintos, sería una ucronía... buena o mala), y contienen normalmente un fin didáctico, el de mostrar hacia donde se dirigen los pasos del hombre si la situación no se remedia. En muchas ocasiones este fin didáctico se alcanza a través de la sátira. Las distopías comenzaron a proliferar a finales del siglo XIX, y han continuado hasta nuestros días. Expresan miedo, el miedo a la aparición de una sociedad gobernada por una élite dirigente que aplasta al individuo, de una u otra manera, y protestan contra diversos sistemas políticos o sociales: socialismo, comunismo, capitalismo, fascismo, feminismo, gobierno secular, tiranía religiosa, antiecologismo...

La distopía es uno de los subgéneros más ubicuos de la ciencia-ficción. La más conocida es casi sin duda 1984, de George Orwell, que refleja soberbiamente un indeterminado futuro de la humanidad dividida en tres megaestados de corte fascista. Otras obras muy interesantes son MERCADERES DEL ESPACIO, de Cyril M. Kornbluth y Frederik Pohl, una sátira contra el capitalismo y los medios publicitarios; TODOS SOBRE ZANZÍBAR, EL REBAÑO CIEGO y ÓRBITA INESTABLE, tres distopías de John Brunner que tratan respectivamente la superpoblación, la contaminación y el armamentismo; EL CUENTO DE LA DONCELLA, de Margaret Atwood, una visión feminista de una dictadura religiosa en los EE.UU. (tema ya clásico tratado en su momento por Heinlein en SI ESTO CONTINÚA...). Como es lógico las distopías también han sido llevadas a soportes no literarios. En el campo del cine un buen ejemplo es SOYLENT GREEN (1973), adaptación de la novela ¡HAGAN SITIO, HAGAN SITIO! de Harry Harrison, que trata también la superpoblación. Dentro del campo del cómic el ejemplo emblemático es la premiada V DE VENDETTA, con guión de Alan Moore e ilustraciones de David Lloyd, publicada a lo largo de los años ochenta, donde se plantea una futura Inglaterra posnuclear en la que un enigmático anarcoterrorista lucha por destruir al gobierno fascista.

© Jacobo Cruces Colado,
(415 palabras) Créditos