Quinto satélite de Júpiter, descubierto por Edward Emerson Barnard en 1892. Aunque por tamaño es el mayor satélite joviano a excepción de los cuatro satélites galileanos, sus reducidas dimensiones (270x166x150 kilómetros) y su forma irregular le asemejan más a los asteroides y a los restantes satélites menores de este satélite.
Junto con Metis, Adrastea y Tebe, Amaltea forma el grupo de los satélites internos de Júpiter, los cuales se desplazan en órbitas interiores a la de Ío, siendo el radio orbital de Amaltea de unos 181.000 kilómetros.
Las fotografías enviadas por la sonda Galileo muestran a Amaltea como un cuerpo de forma alargada de un profundo color rojo oscuro, el cual se cree que se debe a que está recubierto por una capa de los compuestos de azufre, fuertemente coloreados, que los volcanes de Ío expulsan hasta su órbita