Metal de color blanco muy utilizado en la industria. El aluminio se encuentra en la naturaleza en forma de óxidos hidratados. Antiguamente la obtención de este metal era terriblemente cara, tanto que algunos países consideraron convertir sus reservas de oro en aluminio. Hoy en día se obtienen anualmente millones de toneladas de aluminio por electrólisis de disoluciones fundidas de alúmina (Al2 O3), obtenida del mineral de bauxita, en el llamado proceso Hall. La producción de aluminio es uno de los indicadores de progreso industrial.
El aluminio reúne varias propiedades interesantes que justifican su amplio uso: Es muy ligero (apenas la mitad de peso que el hierro), es muy buen conductor de la electricidad (tan sólo le superan la plata y el cobre) y, a pesar de ser muy reactivo químicamente, en contacto con el aire se recubre de una capa impermeable de óxido que lo protege de la corrosión, a diferencia de lo que ocurre con el hierro.
Se trata sin embargo de un metal muy blando que se raya y desgasta con mucha facilidad, razón por la que en ocasiones se utiliza no en estado puro sino mezclado con otros metales (formando aleaciones como el duraluminio), lo que permite su utilización en campos tan importantes como la industria aeronáutica.